CARACAS — Mientras el presidente Nicolás Maduro volaba a Roma para una reunión acordada rápidamente con el papa Francisco, los funcionarios oficiales del gobierno venezolano y un líder de la oposición pactaron el lunes permitir al Vaticano actuar como mediador en un diálogo para resolver la crisis política del país.
Al parecer, este acuerdo marca una pausa en la escalada de tensión en Venezuela, que se intensificó la semana pasada cuando el Consejo Nacional Electoral suspendió el referendo revocatorio, una iniciativa de la oposición para destituir a Maduro.
Esta es la primera vez que el Vaticano ha logrado que los representantes de ambas partes coincidan, desde que se iniciaron los esfuerzos vaticanos en mayo.
El primer encuentro formal se realizará este domingo 30 de octubre en la Isla de Margarita. El enviado del papa, el arzobispo Emil Paul Tscherrig, presidirá la reunión.
El lunes, el secretario ejecutivo de la Mesa de Unidad Democrática (la coalición de partidos opositores), Jesús “Chúo” Torrealba, se reunió con representantes del gobierno venezolano y accedió a la mediación del Vaticano. Sin embargo, otros líderes de la oposición no acudieron a ese encuentro y no está claro qué tan unida estará la oposición ante el diálogo.
Leopoldo López —el líder opositor que está en prisión— escribió en una serie de mensajes en Twitter que el diálogo “no era posible” después de la suspensión del referendo y de “robarle el pueblo su derecho de expresarse”.
López volvió a convocar a una gran manifestación este miércoles 26 de octubre para “tomar Venezuela”.
En el Vaticano, Maduro conversó en privado, durante 30 minutos, con el papa Francisco, en una reunión que un portavoz del Vaticano dijo que se organizó solo “unas horas antes”. El Vaticano dijo que el papa “deseaba seguir ofreciendo su ayuda” para “construir la confianza entre las partes”.
El tono conciliatorio contrastó con lo sucedido el domingo, cuando la Asamblea Nacional —que es controlada por la oposición— declaró que Maduro había dado un golpe de Estado.
Algunos expertos dicen que el papa está muy interesado en resolver la crisis en Venezuela.
“Creo que la diplomacia del Vaticano siempre ha sido la de querer tender puentes”, dijo Paolo Rodari, el corresponsal del Vaticano para el diario La Repubblica. “En especial, dada la gravedad de la situación en Venezuela, el papa seguramente decidió que debía intentar mediar y ayudar como lo hizo en Cuba”.
