Zetas, El Golfo, Noreste y los Beltrán Leyva pelean Nuevo León

MONTERREY, N.L. (apro).- El repunte criminal que se ha experimentado en la zona metropolitana de Nuevo León en las semanas recientes obedece a una disputa que cuatro carteles sostienen por posicionarse en la entidad, informó una fuente de inteligencia de la localidad.

En el municipio de Escobedo buscan tomar control los carteles de Los Zetas y el del Noreste, que entablan una lucha a muerte. En Santa Catarina, la guerra está desatada entre estas mismas organizaciones, pero también entre el Cartel del Golfo y el de los Beltrán Leyva, reveló el informante a apro.

- Publicidad-

Estos dos municipios fueron mencionados por el vocero de seguridad de Nuevo León, Aldo Fasci, como los que concentran los mayores casos de violencia en la entidad, en el contexto de los reacomodos y las disputas de las bandas criminales.

La alarma surge porque más de la mitad de los homicidios que han ocurrido se relaciona con grupos delictivos, refirió.

“Escobedo y Santa Catarina se nos han vuelto focos rojos en cuanto a crimen organizado. Más de 60% de los homicidios proceden de estas causas. Es accidental que residan ahí, temporalmente, algunos miembros de la delincuencia organizada en esos municipios”, explicó.

- Publicidad -

Fasci Zuazua precisó que actualmente existe una pelea abierta entre los grupos de delincuencia organizada, similar al que ocurrió entre el 2010 y el 2011, en Monterrey, cuando la violencia alcanzó niveles históricos en la entidad.

“En ese tiempo, todos los cárteles del crimen organizado vinieron a pelearse aquí, a tener una guerra en la ciudad. Fue accidental, pero ocurrió aquí. Y llegamos a tener dos mil ejecutados en un año. Es lo que pasa en Escobedo y Santa Catarina. Es accidental pero pasa en esos municipios”, enfatizó.

- Publicidad -

Antes de la crisis de violencia, en la capital de Nuevo León se reportaban anualmente 600 homicidios, de los cuales 100 correspondían al crimen organizado. Sin embargo, en el 2011hubo dos mil 300 homicidios, de los cuales casi dos mil fueron ejecuciones, un ascenso que rebasó todas las estadísticas.

Luego de esa crisis, hubo un descenso de 30% en ejecuciones que hoy alcanzan 60% de las muertes violentas.

Las balaceras que se observan obedecen a los procedimientos que tienen los carteles para manejar sus actividades ilegales, pues ejecutan a los subalternos que no rinden buenas cuentas o los que no piden permiso para vender droga, precisó el vocero de Seguridad estatal.

La manera del gobierno de Nuevo León para frenar la violencia creciente es a través de la depuración interna de las corporaciones para hacer más efectivo el combate a los criminales, arrestándolos.

“No es una lucha por territorio, como en el 2011. Este es un tema de ajuste de cuentas. De todas formas, saber esto no nos resuelve nada. Lo único que nos sirve es detener a las personas y para ello tenemos que hacer ajustes serios en la agencia de investigaciones y en el área de Antisecuestros”, afirmó.

 

Anuncia limpia en la ministerial

El vocero de Seguridad de Nuevo León, Aldo Fasci, reveló que hay investigaciones en curso para conocer si en la Procuraduría estatal y en otros cuerpos policiacos existen elementos criminales infiltrados.

Con la llegada, la semana pasada, de Bernardo González como procurador, también habrá una reestructuración en la Agencia Estatal de Investigaciones y en las demás áreas de la dependencia, anunció.

“Hay una investigación en curso para deslindar o ligar la posible participación de algunos elementos policiacos, no necesariamente ministeriales, que se dice pueden ser elementos policiacos. Tenemos también muy claro que hay secuestradores que se hicieron pasar por policías pero no estamos descartando nada. Debemos llegar al fondo y esto nos va a llevar a la reestructuración, la revisión de los perfiles y una limpia”, dijo.

Al referirse a los cuerpos mutilados de tres hombres encontrados el miércoles de la semana pasada embolsados en el interior de una camioneta abandonada en Escobedo, Fasci explicó que las víctimas fueron asesinadas en Tamaulipas y sus despojos fueron dejados en Nuevo León.

Estas personas llevaban hacia la frontera tamaulipeca mercancía que calificó como “ilegal”, y allá fueron secuestradas y asesinadas, antes de tirar sus partes en el estado vecino.