Más de 10 mil migrantes, sin acceso a agua ni comida y con problemas de salud, reanudaron su marcha hacia EU desde el sur de México.
PIJIJIAPAN, Chiapas.- Esta situación surge después de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador permitiera el flujo masivo de extranjeros. La caravana, denominada ‘Los fantasmas del Caribe’, reinició su trayecto de Mapastepec a Pijijiapan y luego a territorio oaxaqueño, donde se unieron a otros grupos de migrantes.
Tras bloquear la carretera por más de 30 horas, algunos migrantes aceptaron el apoyo del Instituto Nacional de Migración (INM), pero la mayoría optó por continuar su viaje en la caravana. El líder de la organización ‘Pueblos Sin Fronteras’, Irineo Mújica Arzate, expresó su preocupación por la política migratoria de López Obrador, sugiriendo que se permite el tránsito libre de los migrantes con el objetivo de presionar a Estados Unidos y colaborar con otros países para obtener beneficios.
Mújica Arzate señaló que esta actitud política coloca a los migrantes en manos del crimen organizado y expuestos a la corrupción por parte de elementos del Instituto Nacional de Migración y los cuerpos de seguridad. La caravana, que comenzó el 30 de octubre y fue organizada por Pueblos Sin Fronteras, logró romper el “tapón de seguridad” que mantenía retenidos a miles de extranjeros en Tapachula.
La caravana, conformada mayormente por migrantes de Venezuela, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Cuba y Ecuador, incluye niños que viajan en condiciones precarias. A pesar de pasar por retenes del INM y la Guardia Nacional, los migrantes continúan su marcha sin ser detenidos. La salida de la caravana ha aliviado la congestión en Tapachula, pero plantea preocupaciones sobre la seguridad y los derechos humanos de los migrantes en su travesía hacia Estados Unidos.
Con información de El Universal
