Piden que para el 2030 no haya embarazos en menores de 15 años

TIJUANA, B.C.- Esta semana a nivel nacional es la primera semana de salud sexual y reproductiva del adolescente y se decidió trabajar con los alumnos de la preparatoria Cetis 156 en Tijuana, donde toda la semana se tendrán actividades a través de módulos y talleres sobre la prevención de embarazos, de infecciones de transmisión sexual y accidentes viales.

“En cuestión de embarazos traemos lo que son los bebés virtuales, estos bebés nos permiten que ellos en un poco tiempo que es lo que les permite salir de clases vean la dificultad que es un bebé, estos bebés traen sensores, entonces el trabajo que ellos tienen que hacer es hacer que el bebé deje de llorar, que no es tan sencillo”, indica Leslie Anyuli López, responsable del Programa de Salud Sexual y Reproductiva de la Jurisdicción Sanitaria número dos. 

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Lamentablemente el embarazo en el adolescente no sólo es un problema de salud, sino social donde se tienen que involucrar escuelas, padres de familia y el sector salud. Anteriormente por muchos años se dejó esta tarea al sector salud, pero en la actualidad se necesita trabajar en conjunto.

“De hecho por eso en 2015 sale lo que es la estrategia nacional para la prevención del embarazo en adolescentes en donde a nivel nacional se nos pide que para el 2030 no haya embarazos en menores de 15 años y de 15 a 19 reducirlos a lo que es la mitad”, dijo.

El trabajo en escuelas es permanente con pláticas, talleres y actividades de concientización hacia los jóvenes ante los problemas que se pueden enfrentar en caso de tomar una decisión. Los embarazos en las jovencitas quienes aún no terminan sus estudios van al alza, situación que se debe educar además de en la escuela, en el hogar.

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“Traemos muchas tradiciones, muchos mitos sobre todo relacionado a lo que es la sexualidad, entonces si a mí en mi casa el hablar de sexualidad era un tema tabú, era un tema que se trataba en bromas o en cuestiones así, yo no hablo con mis hijos de este tema, entonces ellos igual no hablan con sus hijos y es un ciclo que se va siguiendo”, agrega. 

Con información de Michelle Salazar