Alta incidencia de VIH en el Penal de La Mesa

La población de internos de la Penitenciaría de La Mesa registra una alta incidencia de VIH y aunque en algunos casos los pacientes llegan infectados, en otros se contagian al interior del mismo penal, donde las condiciones son propicias para que proliferen epidemias de tuberculosis y de otras enfermedades, problemas que datan desde hace muchos años.

Víctor Clark Alfaro, director del Centro Binacional de Derechos Humanos explica que hasta hace tiempo, “no era inusual encontrar un número creciente de enfermos de tuberculosis, que apenas se presentaba de manera incipiente, no era inusual que escucharas de internos que estuvieran enfermos de enfermedades de transmisión sexual en esos años porque trabajadora sexuales entraban y salían todo eso estaba fuera de control, en esos años apenas empezaba la epidemia del sida aunque trabajadoras sexuales entraban producto de la corrupción al penal o de internas que ofrecían servicio sexual, no muchas por cierto, no había ningún control ninguna regulación ni de hombres ni de mujeres”.

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Y es que para las autoridades del sistema penitenciario, la salud nunca fue un tema prioritario e incluso al interior de la penitenciaría de La Mesa, el hacinamiento, la promiscuidad y el ingreso de trabajadoras sexuales fueron el caldo de cultivo que propiciaron la transmisión de VIH.

“El penal de la mesa tiene una sobrepoblación hay un promedio de 20 internos por celda, lo sé por la gente que al salir nos comentan las condiciones de sobrepoblación en celdas tienen espacio para 6 personas debe producir las condiciones de insalubridad” agrega.

Pero el VIH no es la única epidemia que deben enfrentar los internos sino también la tuberculosis, que dentro de las paredes del penal llegó a adquirir proporciones graves.

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“En medio de todo eso-indica el entrvevistado- el tema de la salud no era un asunto prioritario en el penal sí había una clínica muy pequeña con un doctor de guardia, pero no era lo prioritario, ahí lo prioritario era el negocio, que se movía de manera libre y abierta en el Penal. Sí estaba la clínica se atendían urgencias, personas con programas de salud que iban a solicitar el servicio pero no había una revisión de cada interno que ingresaba no se tenía un registro de cada uno de ellos que se llevara de manera puntual”.

Otro elemento que incide en la transmisión de estas enfermedades, es el de la farmacodependencia que desde hace décadas ha entrado al penal de La Mesa.

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“Antes la droga entraba prácticamente libremente las aduanas eran puntos de corrupción, se pagan cuotas, todo se podía consumir al interior del penal, esa era la economía del penal, dinero que disfrutaban tanto los directores como políticos de altos cargos”concluyó.