Más de 6,600 niños y adolescentes están desaparecidos en México en los últimos doce años, a medida que la violencia por el narcotráfico en el país se extendió a los rincones del país que antes eran apacibles y se cobraban víctimas incluso entre los ciudadanos más jóvenes.
El Registro Nacional de Personas Desaparecidas registró a 37,435 personas como desaparecidas a partir de abril de 2018. Alrededor del 18% de los desaparecidos son menores, según los informes de los medios locales el viernes.
“Es un tema invisible. En cualquier otro país esto sería un escándalo. Aquí no está “, dijo Juan Martín Pérez García, director de la Red por los Derechos de los Niños en México (REDIM).
Los mexicanos han desaparecido en números alarmantes desde que el país lanzó su represión militar contra los carteles de la droga en diciembre de 2012.
Pero el problema no se ha reconocido en gran medida hasta hace poco, y las familias de las víctimas sufrieron el estigma de la culpa por asociación en medio de una percepción, a menudo alentada por los autores, de que las víctimas de la guerra contra las drogas de alguna manera fueron cómplices de los delitos cometidos contra ellos.
Mientras tanto, las autoridades mexicanas a menudo han tardado en buscar personas desaparecidas, dejando a las familias de los desaparecidos para llevar a cabo sus propias investigaciones.
Las autoridades en el este del estado de Veracruz anunciaron el mes pasado el descubrimiento de una serie de fosas comunes que contienen al menos 172 cráneos. En un esfuerzo por identificar a los desaparecidos, la oficina del fiscal del estado publicó fotos en línea de los efectos personales desenterrados en el sitio, incluida la ropa de los niños.
Con información de The Guardian
