Pakistán.- Para Kaleem Ullah Khan, una trabajadora de la salud contra la poliomielitis en la ciudad de Peshawar, en el norte de Pakistán, el surgimiento de nuevos mitos sobre la campaña de vacunación contra el virus ha dificultado su trabajo.
Existe la idea errónea prevaleciente de que la campaña de poliomielitis es una estratagema extranjera para esterilizar a los niños musulmanes. Pero con el último aumento en las tasas de poliomielitis de Pakistán, los trabajadores de salud como Khan temen una mayor resistencia por parte de los padres de familia.
En un importante revés a la campaña mundial para erradicar la poliomielitis, Pakistán ha reportado 69 casos este año (hasta septiembre), el más alto del mundo. En comparación, sólo se reportaron doce casos en 2018, y la nación parecía estar a punto de eliminar el virus mortal, una enfermedad incurable y altamente contagiosa que conduce a la parálisis en niños pequeños. Pakistán, el vecino Afganistán y Nigeria son los únicos tres países del mundo que no han logrado eliminar la enfermedad paralizante.
La gente de algunos poblados como Bannu había perdido la confianza en la campaña de vacunación cuando la administración local usó la fuerza y amenazó con registrar las denuncias de la policía contra los padres no dispuestos a vacunar a sus hijos.
Otros padres, confabulados con los trabajadores de la salud bajo presión para no informar incumplimiento, habían adquirido los bolígrafos especiales utilizados para marcar el dedo de un niño vacunado.
Ante estos hechos, el nuevo gobierno ha prometido reestructurar la campaña contra la poliomielitis, incluida la realización de una campaña mediática de alto perfil a partir del próximo mes. Autoridades aseguraron que confiaban que su equipo eliminaría la polio para 2022.
Información de Arab News
