Los albergues están saturados y algunos de ellos no tienen agua desde hace una semana, por lo que la crisis migratoria se agrava en esta frontera donde los alimentos ya comienzan a escasear y el frío invernal hace estragos entre la población.
Es el caso del Albergue Embajadores de Jesús donde se atiende a 400 migrantes y donde desde el pasado jueves 22 de diciembre no hay agua por una serie de obras que se están ejecutando en las inmediaciones.
“Ya tenemos desde el jueves sin agua, pensé que me iban a ayudar para meter agua y la estamos metiendo a pie con galones, lo hacen hombres, mujeres y niños para traer agua”dice el pastor Banda, quien pide a los gobiernos y funcionarios “que tengan piedad y misericordia y que sean humanos”.
Por su parte, el presidente del Comité Ciudadano de Defensa de los Naturalizados y Afroamericanos, Wilner Metelus, aseveró que los 28 albergues que han recibido a los haitianos y africanos en esta frontera, operan al tope y enfrentan diversas carencias no solo de servicios sino también de cobijas y alimentos.
Muchos de ellos, dice, han tenido que habilitar áreas como sus patios o azoteas para recibir a los extranjeros y cada día, dice, llegan 250 haitianos por lo que los refugios se encuentran saturados y sin capacidad para atender a los recién llegados.
El representante del comité de afroamericanos pidió a los organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas y al propio gobierno mexicano “no dejar solos a nuestros hermanos haitianos”.