Al menos tres personas murieron y ocho resultaron heridas luego de que un camión arrollara a una multitud de peatones en una concurrida zona comercial del centro de Estocolmo.
Cuerpos policiales dijeron que estaban tratando el incidente como relacionado con el terrorismo y el primer ministro, Stefan Löfven, dijo que todo indicaba que era un ataque terrorista.
La capital fue inmediatamente puesta bajo control mientras la policía montaba barricadas, suspendía el transporte público y decía a la gente que evitara el centro de la ciudad. La policía más tarde evacuó la estación central de trenes cerca de donde ocurrió el ataque.
Hotos en las redes sociales mostró que el camión se estrelló en la esquina del centro comercial Ahlens con su taxi en llamas.
La policía sueca mostró una foto de una persona que dijo que era de interés en relación con el ataque. Mats Lofving, jefe del Departamento Nacional de Operaciones de la Policía Sueca (NOA, por sus siglas en inglés), dijo que la foto, que parecía ser un video de CCTV, fue tomada cerca del momento del incidente, cerca del ataque.
“Tengo una foto de una persona que ha sido vista en el lugar en este momento. Queremos ponernos en contacto con esta persona “, dijo en una conferencia de prensa.
Los testigos informaron que había mucha gente gritando y huyendo de la escena. También hubo informes de disparos, pero éstos no han sido confirmados. Cientos de personas fueron vistas en imágenes de vídeo huyendo de la calle peatonal más grande de Suecia.
“Estábamos en una tienda. Se estrelló en una ventana a pocos metros de distancia “, dijo una persona a la cadena de televisión sueca SVT. “Oí romper vidrios y gritos. Hay mucha policía y gente por todas partes “.
Un testigo nombrado como Anna dijo a las noticias locales de Aftonbladet: “Vi a centenares de personas correr; correr por sus vidas. Me volví y corrí también.
Dos videos surgieron en las redes sociales que parecían mostrar a dos personas diferentes detenidas en la zona, pero la policía dijo que nadie había sido arrestado en relación con el ataque.
Un testigo nombrado sólo como Nasrin, que vino a Suecia desde Siria hace una década, lloró al contar lo que había visto.
“Estaba aterrorizada, todavía estoy temblando. Vi a una mujer que había perdido las piernas. Podría haber sido yo “, dijo a SVT. “El camión se fue a gran velocidad; aplastó todo en su camino. Al principio pensamos que era una explosión debido a los sonidos fuertes.
“Cuando salimos a la calle vimos que todo había sido destrozado. Trato de mantener la esperanza, pero no sé cómo sentirme. Parece que no queda esperanza para la humanidad.”
El camión, un vehículo de entrega perteneciente a la cervecería Spendrups, fue robado más temprano ese mismo día. La compañía confirmó que fue robada el viernes por la mañana cuando un hombre saltó a la cabina y expulsó al conductor.
SVT habló con un testigo que vio el camión que conduce a la velocidad hacia el almacén grande de Åhlens en Drottninggatan. “Él atropelló a ocho personas allí y vi cuatro cuerpos un poco más lejos”, dijo el testigo. “Una mujer con un niño pequeño se quedó completamente paralizada y se quedó quieta. La agarré a ella y a otra mujer y nos arrojamos todos detrás de una escalera.
La policía también confirmó que hubieron disparos contra otra localidad, según informes de la prensa. Cuando el camión entró en la multitud, un hombre huyó llevando un arma, según un reportero en la escena.
En los últimos años, varios cientos de jóvenes suecos han viajado a Siria para unirse a Isis, convirtiendo a Suecia en una de las principales fuentes de reclutas europeos para el grupo islámico.
Si el evento se confirma como un ataque terrorista, será el primero en Suecia desde que un hombre sueco de origen iraquí explotó dos bombas en Estocolmo en 2010, una de las cuales lo mató. Nadie más resultó herido.
El incidente ocurre dos meses después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fuera ampliamente ridiculizado por referirse a un inexistente ataque terrorista en Suecia.
Aunque Suecia estaba en paz antes del ataque del viernes, las observaciones de Trump habían provocado un feroz debate sobre las consecuencias de la política de refugiados de puertas abiertas en 2015, en la que 163,000 personas reclamaron asilo tras huir de las guerras en Oriente Medio, África del Norte y Afganistán.
