Investigadores del Congreso estadounidense están examinando si Michael Flynn, el ex asesor de seguridad nacional de Donald Trump, promovió secretamente un plan de intereses empresariales privados para construir centrales nucleares estadounidenses y rusas en Oriente Medio mientras servía en la Casa Blanca.
El general retirado de tres estrellas, que una vez dirigió un cantó contra Hillary Clinton en la convención nacional republicana, ha emergido como una figura central en múltiples investigaciones sobre posibles connivencias entre el Kremlin y la campaña Trump.
Entre sorprendentes nuevos detalles desenterrados por los investigadores que trabajan para un comité del Congreso, se dice que, durante la campaña y durante su periodo en la Casa Blanca, Flynn promovió secretamente el plan de construir plantas de energía nuclear en conjunto con una compañía estatal rusa bajo sanciones estadounidenses .
También están examinando si la propuesta sigue siendo promovida por la administración Trump, meses después de que Flynn se vio obligado a abandonar su cargo.
Una carta publicada el miércoles por los principales demócratas que están investigando a Flynn, que se vio obligado a dimitir de su puesto en febrero debido a las preguntas sobre sus vínculos con Rusia, lo acusó de violar la ley federal cuando no reveló un viaje a Oriente Medio en junio de 2015 para promover el proyecto de EE.UU.-Rusia, así como varios contactos con extranjeros que alegan debieron haber sido declarados.
Los legisladores dijeron que las aparentes violaciones de la divulgación llevaban una pena de cinco años de prisión y que la información nueva que habían descubierto durante el curso de su investigación en curso sobre el proyecto entre Estados Unidos y Rusia había sido proporcionada a Robert Mueller, una investigación sobre si los funcionarios de la campaña de Trump se concertaron con el Kremlin en las elecciones de 2016.
Omisiones de tales reuniones y viajes podrían surgir como una herramienta poderosa para los investigadores federales, que pueden utilizar la amenaza de la cárcel y otras penas para persuadir a los sujetos que están bajo investigación a cooperar a cambio de clemencia.
Con información de The Guardian
