CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Desde el mes de mayo se exhibe en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) una muestra del trabajo del artista nacido en India y radicado en Gran Bretaña, Anish Kapoor, con el título de Arqueología: Biología.
Mucho se ha hablado y escrito sobre esta imponente muestra que ha logrado atraer la visita del público, y que sigue generando muchos comentarios.
En primera instancia la curadora adjunta, Cecilia Delgado Masse, escribió que el museo ha manifestado que esta muestra ha sido concebida “como una institución de intersección y sinergia artística, académica y social que tiene su mayor potencial en provocar un aprendizaje significativo de lo que implica la estética como experiencia de conocimiento, donde la producción de Kapoor se propone como el punto de partida para reflexionar sobre las posibilidades de lo que implica el acto creativo, donde la materialidad expande los horizontes de la realidad y la representación de lo imposible aparece como verdad”.
Sin ser estrictamente una muestra retrospectiva, la selección de obra seleccionada por la curadora Catherine Lammpert, y el propio artista, se propone un panorama de obras de grandes dimensiones realizadas entre 1980 y 2016.
El trabajo de Kapoor ha sido significativo en el discurso internacional del arte porque su obra ha propuesto una serie de estrategias y planteamientos donde se vincula de manera sorprendente el diálogo que se establece entre los universos sensibles y el pensamiento.
Este espacio generado por el arte es sin duda uno de los motivos por el cual los seres humanos sensibles y pensantes crean objetos en equilibrio capaces de detonar el misterio.
A través de un discurso poético y una tecnología de punta, el espectador se encuentra frente a grandes instalaciones y objetos que lo colocan en una situación donde los sentidos y la razón empiezan a generar estímulos que lo llevan a la reflexión, acerca de la materia, la forma, lo real, lo simbólico, lo imaginario, etcétera, para dejar resonancias de profundo alcance.
La exposición ha sido dividida en cuatro núcleos temáticos, cada uno en una sala respectiva: La primera, “Forma auto-generada”, donde se han seleccionado obras realizadas con pigmento en polvo que corresponde a su primera etapa, así como como piezas que plantean la interacción de la forma con la luz, espejos y prismas perfectos.
La segunda, “Formas de Belleza”, sección que propone la extraña armonía que se da en un mundo postindustrial, a través de obras que sugieren destrucción, incertidumbre y descomposición, así como piezas continuas y geométricas.
La tercera sala corresponde a “Tiempo”, donde se encuentra ubicada la pieza titulada Al borde del mundo II (1998), es una pieza que flota a 2.4 metros sobre la cabeza. Un espacio profundo que da la sensación de vacío; el artista ha dicho de esta pieza lo siguiente: “Me interesa la escultura que manipula al espectador hacia una relación específica con el espacio y el tiempo. El tiempo en dos niveles. Uno narrativo y cinemáticamente como materia del paso a través de la obra, y el otro como una prolongación literal del momento… El espacio es igual de complejo; el espacio contenido en un objeto debe ser más grande que el objeto que lo contiene. Mi objetivo es separar al objeto de su condición de objeto.”
Y la última y cuarta sala que sido nombrada “Fuerzas impredecibles”. Aquí se encuentra la instalación y Red homeland, y alrededor de ésta varias piezas como la de la herida que lleva el título de la exposición, Arqueología: biología, Vacío, donde aparecen obras de mármol talladas de manera casi perfecta y donde la talla sugiere formas orgánicas y seductoras y otras tantas en las cuales el artista ha logrado preguntarse si lo que vemos trata o no de algo real, asunto que si se reflexiona profundamente no sólo de manera formal, sino que lleva al espectador a transitar por terrenos reflexivos simbólicos, filosóficos y hasta metafísicos.
La exposición cuenta con un catálogo con textos e imágenes que complementan la propuesta y permiten a los visitantes profundizar y transitar de manera más completa al trabajo de este artista contemporáneo.
El MUAC se encuentra ubicado en avenida de los Insurgentes Sur 3000, Centro Cultural Universitario de la UNAM.
