Bujanda y El Paraíso

A diferencia de Adán, a Miguel Angel Bujanda le tiene sin cuidado lo que suceda en El Paraíso.

Juan arturo Salinas

Al igual que en otras colonias de Tijuana, como en la Cacho donde los vecinos se opusieron a la tala de árboles que aparejaba la creación de la fallida estación de Bomberos que fueron expulsados del predio de la calle Quinta en pleno centro de la ciudad, otros residentes se han opuesto a que en sus fraccionamientos sean construidos torres de multifamiliares por todos los problemas que acarrean.

Falta de vialidades adecuadas para desfogar la cada vez más densa circulación; las mismas redes de agua y drenaje para alimentar torres de seis o más pisos; el incumplimiento en el número de cajones de estacionamiento que exige la regulación municipal, y que son autorizados pese a esta larga lista de irregularidades. Este escenario se repite en diversas colonias y fraccionamientos bien ubicados y debidamente urbanizados, y no gracias precisamente a los nuevos gobiernos.

Estos condominios son publicitados a través de sus ventajas como la cercanía con vialidades principales y su conexión a puntos estratégicos como la Zona Río, la garita internacional de San Ysidro, supermercados y colegios particulares.
Lo que le ocultan al ingenuo comprador es que esas vialidades ya están saturadas, que los colegios ya no tienen cupo y que las redes de agua y drenaje pueden colapsar pues no tienen capacidad de abastecer a decenas de nuevos residentes.

Durante años, los vecinos de El Paraíso frenaron la construcción de una torre de condominios situada en la esquina de la calle Ottawa y la avenida El Paraíso, sobre lo que fuera una de las varias propiedades que los hermanos Arellano Félix tienen en dicho fraccionamiento.

Esa casa fue allanada, bazokeada -si tal verbo existe-, asegurada y finalmente vandalizada y olvidada durante décadas hasta que de unos años a la fecha, y mediante esas operaciones triangulares, fue vendida a un grupo que hoy construye una torre que es rechazada por los vecinos.

Fue el entonces que el segundo hombre de a bordo en Palacio Municipal, Miguel Angel Bujanda, el mismo que presuntamente se ha beneficiado de tantos permisos de construcción-, que se comprometió con los vecinos del Paraíso a que dicha torre no sería erigida mientras él estuviera al frente de la Secretaría de Gobierno.

Sin embargo, Bujanda Ruiz ya se fue a disfrutar de sus nuevos terruños en España y lo que ocurra en El Paraíso le tiene sin cuidado.