LÍBANO, Medio Oriente.- Ocho personas han fallecido y otras 2,750 han resultado heridas, entre ellas un número indeterminado de miembros de la milicia libanesa Hezbolá, tras la explosión simultánea de sus ‘beepers’ este marte. Se presume que esta acción, sin precedentes, fue llevada a cabo por los servicios secretos israelíes.
A lo largo de la tarde, comenzaron a circular en redes sociales imágenes de personas ensangrentadas debido a las explosiones en varios puntos de Líbano, incluidos bastiones de Hezbolá, como el sur y Dahiye, en las afueras de Beirut.
Una fuente del partido-milicia ha descrito este ataque como “la mayor brecha de seguridad” que ha sufrido Hezbolá en su prolongada guerra de desgaste con Israel, que comenzó el 8 de octubre de 2023, según declaraciones a la agencia Reuters.
El Ministerio de Sanidad libanés confirmó la muerte de ocho personas, entre ellas al menos dos milicianos de Hezbolá y una niña, de acuerdo con la milicia, que ha evitado señalar a Israel directamente mientras se lleva a cabo una investigación sobre el incidente. Varias personas han sido trasladadas a hospitales, algunos de los cuales están colapsados por la cantidad de heridos.
Entre los heridos se encuentran civiles, como el embajador de Irán en Líbano, Mojtaba Amani, según informó la agencia Mehr, así como miembros de Hezbolá en Siria.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu; el ministro de Defensa, Yoav Gallant, y otros altos mandos de seguridad se han dirigido a la Kiria, la base en Tel Aviv donde se toman las decisiones clave en tiempos de conflicto, en previsión de una posible respuesta de Hezbolá.
En medio de un aumento de la tensión en la frontera con Israel, todo apunta a que se trata de una operación del Mossad, los famosos servicios secretos israelíes, conocidos por llevar a cabo operaciones no solo efectivas, sino también de gran impacto, como asesinatos, secuestros, sabotajes y envenenamientos.
