Por lo que toca al vecino país, la disputa entre Kamala Harris y Donald Trump que se dirime el 5 de noviembre, tiene como ingrediente a México y temas como la migración y hasta la amenaza de nuevos aranceles sobre productos como los autos ensamblados en nuestro país.
El dinero tiene olfato y huele a que en los próximos meses, sus dueños serán cautos en lo que a inversiones se refiere. Mientras que en México Claudia Sheinbaum se está acomodando en la silla de águila, en Estados Unidos están a la espera de los comicios presidenciales de cuyos resultados dependerán nuevas medidas arancelarias y varios etcéteras.
Es por ello que veremos al menos 3 meses “muertos” o al menos de nado de a muertito en territorio nacional, y otros tantos de recelo en los movimientos de la economía de Estados Unidos.
Por tanto, será cuando el 2025 esté encarrerado cuando comencemos a ver la luz al final del túnel, una vez que se hayan acomodado las fichas del tablero.
La paridad peso-dólar, producto del efecto de la reforma judicial, se elevó en las últimas semanas del gobierno que ya concluye Andrés Manuel López Obrador, y de la llamada incertidumbre que rodea dicha acción cuyos resultados y efectos todavía estamos por ver.
Por lo que toca al vecino país, la disputa entre Kamala Harris y Donald Trump que se dirime el 5 de noviembre, tiene como ingrediente a México y temas como la migración y hasta la amenaza de nuevos aranceles sobre productos como los autos ensamblados en nuestro país.
El año entrante, para el que faltan apenas 93 días, arranca con escenarios complicados en ambos países. Por lo que toca a México, los grandes pendientes son la seguridad y la salud y a ello deberá destinar todos sus esfuerzos la naciente administración federal.
En material de economía, si bien hay cifras que indican que casi 9 millones de personas salieron de la pobreza extrema y que hay reservas internacionales sólidas, on the other hand el Producto Interno Bruto (PIB) apenas promedió 2.7% y hay datos variables sobre el endeudamiento durante el gobierno obradorista.
Uno de los ángulos que muchos medios olvidan es que el fantasma de la reelección de López Obrador fue eso: un fantasma con el que nos quisieron asustar durante buena parte de su sexenio y que, al ver que no prosperó, están trasladando su pronóstico al gobierno de Sheinbaum Pardo, a la cual presentan sometida a su antecesor.