López Beltrán le reconoce a Bonilla Valdez la lealtad, el apoyo, el trabajo, el esfuerzo y el financiamiento que tuvo durante muchos años para con su padre, y hoy por hoy, hay quien asegura que no ha olvidado esos esfuerzos.
En los altos círculos de la política que se discurre en la Ciudad de México, especialmente en Palacio Nacional y en el viaducto Presidente Miguel Alemán Valdés 806, Nápoles, de la alcaldía Cuauhtémoc, que por si usted no lo sabe es la sede del partido Morena, se mueve algún personaje que guarda un gran afecto por el ex gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez.
Se trata de Andrés López Beltrán, quien juega un papel importante en el partido fundado por su padre, el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, y a quien desde hace aproximadamente una década, le unen estrechos lazos con el también ex senador.
López Beltrán le reconoce a Bonilla Valdez la lealtad, el apoyo, el trabajo, el esfuerzo y el financiamiento que tuvo durante muchos años para con su padre, y hoy por hoy, hay quien asegura que no ha olvidado esos esfuerzos.
Más aún, del fundador de Morena en Baja California, ‘Andy’ como se le conoce cariñosamente, recibió respaldo pero sobre todo dos elementos que mantienen viva esa relación: consejo y afecto. El trato es casi el de un sobrino con su tío.
Es por eso que al ya cercano término del 2024 y el inicio de un año 2025, los tiempos volarán para que las piezas políticas se reacomoden en nuestro país.
Y aquí hay que tomar en cuenta un dato relevante: a la presidente Claudia Sheinbaum le urge sacudirse las herencias del pasado, pues ya vimos el caso Sinaloa con un Rubén Rocha Moya repudiado, amenazado y cuya gestión es una bomba de tiempo en esa entidad. Y en otros estados de la República sobran ejemplos.
Toca ver cómo se mueven las fichas en una Baja California donde los actores pueden moverse en la rueda de la fortuna que representa la política nacional. Porque recordemos que en política no hay muertos en nuestro país.