Uno de los casos que más llamó la atención por esos años fue el de casi una decena de muertes de feligreses de un templo de culto.
Por segundo día consecutivo Tijuana registra otras dos muertes provocadas por la inhalación de monóxido de carbono, el gas que resulta de la combustión incompleta de algún material usado para generar calor.
La noche de este martes murieron un bebé y un niño, al parecer su hermano, mientras que la madre se encuentra hospitalizada. Apenas unas horas antes, una mujer y su esposo así como su mascota murieron en un caso similar, provocado por intoxicación del mismo tipo de gas, mientras que un bebé logró ser rescatado.
A la letra, el reporte del caso registrado la noche del martes 19 informa lo siguiente:
La Dirección de Bomberos del XXV Ayuntamiento de Tijuana, atiende reporte de personas inconscientes dentro de vivienda en, Calle San Fernando en la Col. Terrazas del Pacífico, al arribo se encuentran con 1 adulta (femenina) y 2 menores de edad ( 4 años y 5 meses) se están haciendo maniobras de RCP (Reanimación Cardiopulmonar)
por parte de personal de Bomberos de Tijuana, fueron trasladados por Cruz Roja Tijuana, para su atención.Al momento se desconoce causa y origen del incidente, por lo que se solicita la intervención de personal de peritos de Bomberos de Tijuana.
Bomberos siguen trabajando en el lugar. Se cuenta con el apoyo coordinado de Policía Municipal, Cruz Roja y UMAS.
Actualización 9:16 pm
Al momento arribando la unidad de Materiales Peligrosos de bomberos para realizar los monitoreos correspondientes y parte de la investigación del origen y causa del incidente.Actualización 9:20 pm ambos menores arribaron al hospital y fallecieron en el Nosocomio. Y la femenina (mamá) trasladada prioridad amarilla.
Actualización 9:32 pm Al momento inician los trabajos por parte de la División de Materiales Peligrosos.
Y es que al igual que en la cámaras de gas que los nazis construyeron en los campos de concentración como Dachau, Treblinka y otros, los gases son más ligeros y tienden a elevarse por encima del aire regular, lo que priva de la vida a los adultos mientras los menores sobreviven o son los últimos en morir.
Un estudio sobre los efectos del gas utilizado por los nazis como la “solución final”, precisa que “la altura de la persona era un factor clave a la hora de morir por los efectos del Zyklon-B. Y es que, al ser más ligero que el aire, se acumulaba en la parte superior de las cámaras de gas acabando primero con los adultos. Por el contrario, los niños fallecían minutos después, con mayor sufrimiento y tras haber visto en primera persona la muerte de sus seres queridos”.
Por lo que toca al monóxido de carbono (CO) este es un gas venenoso que se produce por la combustión incompleta de materiales que contienen carbono, como el gas natural, Gas propano, Gasolina, Petróleo, Keroseno, Madera, Carbón, Plásticos.
El CO se produce en ambientes con poca o insuficiente concentración de oxígeno. Algunas fuentes de CO son los tubos de escape de automóviles, calderas, calentadores de queroseno, estufas de gas, generadores portátiles, lámparas portátiles o faroles, parrillas y chimeneas
Estas tragedias llegaron a ser muy comunes en la Tijuana de principios de los años 90 cuando todavía se comercializaban calentadores de queroseno y hasta cuando los entonces recién llegados a esta fría frontera, encendían fuego en anafres que terminaban por envenenar la habitación.
Uno de los casos que más llamó la atención por esos años fue el de casi una decena de muertes de feligreses de un templo de culto que fue construido precariamente en la zona este de la ciudad, cuando zonas como el Mariano Matamoros o el Florido ni siquiera estaban pavimentadas.
Con estos ejemplos de muestra, pareciera que volvemos a una Tijuana que no ha aprendido de sus tragedias, y como sabemos, quien no conoce su historia está condenado a repetirla.