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Municipales corruptos a bordo de la patrulla 297

Juan arturo Salinas

La corrupción volvió tanto a nivel estatal con la Policía Ministerial como con una rabiosa Policía Municipal de Tijuana durante el paso de Fernando Sánchez

Hace 6 años la Policía Estatal Preventiva desapareció ante sus nexos innegables con el crimen organizado, por torturas, siembra de droga y evidencias, así como violaciones contra mujeres.

La tristemente célebre PEP trabajaba con agentes que contaban con órdenes de aprehensión pese a la oleada de denuncias que los bajacalifornianos sufrían a manos de esta agrupación criminal.

Porque la PEP brindaba protección a los grupos criminales, mientras que sembraba terror entre los ciudadanos, ya fuese bajo la dirección del teniente coronel Julián Leyzaola, que bajo la secretaría de Seguridad que durante nueve años encabezó Daniel de la Rosa.

Fue a la derrota del panismo que la administración del ingeniero Jaime Bonilla que la PEP desapareció, y durante dos años los bajacalifornianos descansaron de los abusos policiacos de las corporaciones estatales.

Pero la corrupción volvió tanto a nivel estatal con la Policía Ministerial a cargo de la Fiscalía de Justicia del estado, como con una rabiosa Policía Municipal de Tijuana durante el paso de Fernando Sánchez por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal.

Durante estos últimos años hemos visto cómo policías de diversas corporaciones han robado droga, han trabajado al servicio de los carteles del narcotráfico y han sido ejecutados por uno u otro bando, dependiendo para quien trabajen.

Ahora, nos informan que varios policías municipales de Tijuana no aprobarán los exámenes de control y confianza debido a las irregularidades de su desempeño, sin que esta medida vaya de la mano del adecuado seguimiento que nos permita conocer, como sociedad, si esos uniformados serán dados de baja y si pasarán a integrarse a las filas de los grupos criminales para los cuales hoy trabajan.

La corrupción no ha sido erradicada y tan solo en nuestros programas, una pareja de adultos mayores denunció haber sido despojados de 3 mil pesos por los tripulantes de la patrulla 297 de la Policía Municipal de Tijuana, uno de los cuales era una mujer, por el “delito” a todas luces falso, de circular por una colonia peligrosa, como si las víctimas fueran culpables de dicho peligro.

Estos oficiales son los que ensucian su uniforme y su corporación y deben ser denunciados debidamente ante la Sindicatura municipal, instancia que a su vez no puede ver pasar la corrupción sin actuar conforme a Derecho.