La bóveda que protege al mundo del fin

SVARLBARD, Noruega.-En una isla remota entre Noruega y el Polo Norte se ubica el Banco Mundial de Semillas de Svalbard, una gigantesca bóveda que resguarda el patrimonio vegetal de la humanidad para enfrentar catástrofes globales como guerras nucleares o el cambio climático.

Conocida como la “bóveda del fin del mundo”, fue construida por el Gobierno de Noruega junto con NordGen y el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos. Su interior puede almacenar hasta cinco millones de semillas en temperaturas que descienden artificialmente a -18 °C, resguardadas a 130 metros sobre el nivel del mar.

Actualmente conserva más de un millón de semillas de 5,128 especies originarias de 233 países, incluyendo variedades de arroz, trigo, cebada, maíz y frijoles. Todo está diseñado para resistir terremotos de hasta 10 grados Richter y erupciones volcánicas.

El refugio, ubicado en una montaña de permafrost en la isla de Spitsbergen, representa una garantía de supervivencia para las generaciones futuras y un símbolo del esfuerzo global por preservar la biodiversidad ante un posible apocalipsis.