LONDRES, Inglaterra.- Ozzy Osbourne, ícono del heavy metal, exvocalista de Black Sabbath y figura de la televisión en el nuevo milenio, falleció este martes a los 76 años, tras una larga lucha contra el Parkinson. La noticia fue confirmada por la BBC.
Símbolo de una era
Desde 1969 hasta 1979, Osbourne fue el rostro de Black Sabbath, banda que cimentó los cimientos del heavy metal con su sonido denso, riffs oscuros y líricas cargadas de simbolismo demoníaco. A pesar de los excesos, las peleas internas y la adicción que marcó la historia del grupo, álbumes como Paranoid y Master of Reality permanecen como clásicos indiscutibles del género.
Tras ser despedido de la banda en 1979, Osbourne inició una exitosa carrera como solista, impulsando a guitarristas como Randy Rhoads y Zakk Wylde. Su popularidad dio origen a Ozzfest, uno de los festivales de metal más importantes de los años 90.
Más allá del escenario
Ozzy alcanzó fama internacional más allá del metal gracias a The Osbournes, reality show de MTV que retrató su vida familiar y mostró una faceta irreverente, caótica pero entrañable del artista. Su esposa y mánager, Sharon Osbourne, fue pieza clave en su resurgimiento mediático.
Luchas personales y legado
Conocido tanto por su talento como por sus escándalos, Osbourne enfrentó problemas de adicción durante décadas. En 2020 reveló que padecía Parkinson, y en 2023 anunció su retiro de los escenarios debido a lesiones en la columna vertebral.
Nacido como James Michael Osbourne el 3 de diciembre de 1948 en Birmingham, Inglaterra, creció en una familia trabajadora y fue fanático de los Beatles. Dejó la escuela a los 15 años y, antes de dedicarse a la música, pasó por empleos manuales e incluso una breve estancia en prisión.
Ozzy Osbourne deja un legado imborrable en la historia del rock: el de un rebelde auténtico que convirtió su oscuridad personal en música que marcó a generaciones.