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Policías abandonados a su suerte

No es la primera vez que la aseguradora Qualitas busca eludir la cobertura de un accidente

El lamentable accidente en el que dos adultos mayores resultaron heridos cuando un policía municipal los atropelló al circular en Tijuana ha puesto al descubierto la falta de responsabilidad de policías municipales, la prepotencia en la Cruz Roja, gobierno de la ciudad y hasta de la aseguradora que tiene a su cargo la cobertura en casos de accidentes.
Tuvo que ser tras la denuncia pública de la hija de esta pareja, identificada como Rocío López, para que un perito de la Secretaría de Seguridad contactara a la mujer para darle un pase médico a fin de que sus padres reciban la atención.
Pero en honor a la verdad no es facultad de un perito de la corporación en quien recae la responsabilidad de este tipo de casos ya que se trata de hechos en los que está implicado un representante del gobierno municipal de Tijuana.
De acuerdo a la denunciante, su madre de 70 años y su padre de 73, presentaron fractura de cadera, lo cual en una mujer es una lesión de suma gravedad, mientras que su padre se encuentra en estado crítico y en terapia intensiva, con una fractura pélvica. Ambos adultos corren el riesgo de no volver a caminar.
Según la información que testigos brindaron a la hija de esta pareja, un uniformado que al parecer ostenta un rango de jefatura dio una vuelta prohibida mientras el matrimonio cruzaba la calle, y tras lesionarlos se dio a la fuga.
Ni el gobierno de la ciudad, ni la aseguradora Qualitas, ni el propio oficial responsable han dado la cara, salvo a través de un perito como referimos.
No es la primera vez que la aseguradora Qualitas busca eludir la cobertura de un accidente, tal como ocurriera hace unos meses tras la volcadura de un transporte en la zona del boulevard 2000.
Este accidente desnuda la indolencia de todos los involucrados, y solo para darnos una idea, un accidente de este calibre representaría millones de dólares por una indemnización en el vecino estado de California, en el supuesto de que una patrulla del condado se hubiera visto implicada en un caso similar.
Tristemente, estamos en Tijuana.