Ni el más reciente Buen Fin logró que los billetes de alta denominación cambiaran de manos
Con el último mes del año a la vuelta de la esquina, estamos por cerrar el 2025 con una notable desaceleración económica que se mantuvo desde su arranque.
La incertidumbre y el estira y afloja causados por la guerra arancelaria entre México y Estados Unidos y una serie de factores tales como los señalamientos que pesan sobre diversas autoridades, y que pasaron desde el retiro de visas hasta los boletines de la Oficina de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, han mantenido en vilo a nuestros gobernantes, más preocupados hoy por no ser expuestos en esas vitrinas.
Pero para el trabajador, para el emprendedor, para el pequeño, mediano y hasta el grande empresario, el panorama no ha sido terso desde el momento en que percibe una notoria merma en sus ingresos.
Remesas, ventas netas, producción, exportaciones, un Producto Interno Bruto (PIB) que apenas podría llegar al 0.6% según estimaciones del subgobernador del Banxico, Gabriel Cuadra, una economía resiliente en fin, un escenario complicado.
Ni el más reciente Buen fin logró que los billetes de alta denominación cambiaran de manos y esta temporada navideña se prevé más opaca que las anteriores, y solo se habla de un 15 por ciento en la mejoría de las ventas en este que es considerado el fin de semana más barato del año y que esta vez duró hasta cuatro días para aprovechar el pasado lunes festivo.
El cierre de establecimientos comerciales, desde restaurantes hasta giros básicos como las farmacias y muchos más, se refleja en el elevado número de locales disponibles en alquiler, tal como lo han advertido los especialistas en bienes raíces.
Ha sido tal la repercusión de una serie de medidas y de distanciamientos entre México y Estados Unidos que han terminado por afectar la economía de los sectores trabajadores de ambos países.
Grandes maquiladoras han optado por reducir su planta de personal, por descansar a su plantilla o solo contratarlos por días específicos, puesto que buena parte de su producción no ha sido enviada a los detallistas de Estados Unidos, una labor que se lleva a cabo desde meses previos a la temporada decembrina.
En suma, vemos un complicado cierre de año en materia económica, pero la esperanza de que el 2026 sea menos áspero con la economía de los mexicanos.