El ex presidente catalán Carles Puigdemont, cuyo impulso a la independencia regional sumió a España en su peor crisis política durante 40 años, abandonó su intento de regresar a la presidencia catalana y se está retirando a favor de un candidato que actualmente se encuentra en prisión.
Puigdemont usó un video de 13 minutos compartido en las redes sociales el jueves por la noche para confirmar que ya no buscaba la presidencia. Dijo que “con la mayor tristeza” había informado al presidente del parlamento catalán que no había podido retomar el cargo y que se debía elegir un candidato alternativo.
Agregó que había “suspendido provisionalmente” su candidatura y en cambio estaba proponiendo a Jordi Sánchez, diputado en su partido Junts per Catalunya y ex líder de la influyente Asamblea Nacional Catalana (ANC). “Nadie representa los valores de JxCat mejor que él y es un hombre de paz que está injustamente encerrado en una prisión española”, dijo Puigdemont.
En una jugada que probablemente se verá como la formación de un gobierno en el exilio, Puigdemont dijo que planeaba establecer una fundación en el extranjero, el Consejo de la República, para promover la independencia de Cataluña. “No voy a tirar la toalla, no me rendiré, no me rendiré ante el comportamiento ilegítimo de los que pierden en las urnas o el capricho de quienes están dispuestos a renunciar al imperio de la ley y la justicia” como el precio de la unidad nacional “, dijo.
“Madrid ya no tiene ninguna excusa para continuar con su política de ocupación ni para seguir ignorando nuestra voz o imponiendo una visión colonial sobre nuestro futuro”.
Puigdemont también reveló que un equipo de abogados había presentado una queja formal sobre las acciones del estado español ante el comité de derechos humanos de la ONU.
El depuesto presidente negó que hubiera habido algún tipo de capitulación por parte del movimiento independentista catalán, insistiendo en que ahora se había reagrupado y se estaba mudando a un campo de batalla diferente.
Sánchez ha estado detenido desde mediados de octubre, cuando él y otro líder del grupo de la sociedad civil proindependentista, Jordi Cuixart, fueron arrestados como parte de una investigación sobre la supuesta sedición en el período previo al referéndum sobre la independencia catalana, quince días antes.
Con información de The Guardian
