Los cementerios de la entidad y todo México esperan una gran afluencia este primero y dos de noviembre, sin embargo en el panteón Municipal de Rosarito reportan que el 35 por ciento de sus tumbas son abandonadas.
Juan Manuel Vázquez, quien es encargado del panteón de Rosarito desde hace 13 años señala que la gente visita cada vez menos a sus difuntos, intuyendo que debido a que ya no hay lugares disponibles para sepultar a más fallecidos, las tumbas se van quedando sin familiares y amigos que los visiten conforme pasan más años.
El panteón de Rosarito no es el único que carece de visitas, otros cementerios en Baja California, se han quedado con tumbas descuidadas, destruidas o desapareciendo poco a poco entre la tierra y la maleza.
Vázquez señala que al tratarse de una zona fronteriza, la gente que logró cruzar a Estados Unidos o volvió a sus lugares de origen, en conjunto con la pérdida de registros por cambios de administración, son factores que son parte de este abandono.
