ESTADOS UNIDOS.- Cuando Randy Long, de 72 años, estaba limpiando su garaje no hace mucho, se encontró con algunas pelotas de béisbol de práctica que solía jugar con su hijo y su nieto.
Pensando que una nueva generación de niños podría aprovecharlos, el estudiante de último año de Montgomery, Alabama, los llevó a una jaula de bateo local, donde los dejó junto con una nota sentimental que podría hacer llorar incluso al más varonil de los hombres:
“Espero que alguien pueda usar algunas de estas pelotas de béisbol en las jaulas de bateo. Los encontré limpiando mi garaje. Se los lancé a mi hijo y a mi nieto durante innumerables rondas. Mi hijo tiene ahora 46 años y mi nieto 23 años. Tengo 72 años y lo que daría por lanzarles un par de baldes. Ambos se han mudado. Si eres padre, aprecia estos tiempos. No creerá lo rápido que desaparecerán”, escribió el señor.
Conmovido, el nieto de Long, Ethan Anderson, tuiteó sobre el generoso gesto de su abuelo. Nunca esperó que la publicación se volviera viral.
El impacto de la historia finalmente llegó a casa cuando los medios de comunicación se pusieron en contacto con la familia, pero Anderson dijo que aunque su abuelo está asombrado por toda la atención que está recibiendo, realmente no usa mucho las redes sociales.
Parece que Anderson tampoco quería dar más por sentado las cosas. “Puedo volver y visitar de vez en cuando”, dijo. “[Yo] simplemente no me di cuenta de cuánto extrañaba batear en las jaulas”.
Aunque desde entonces se mudó a Birmingham, a unas dos horas en automóvil de Long, Anderson ha decidido que es hora de volver a unirse con su abuelo para un regreso a la jaula de bateo que había abandonado.
Con información de Good News Network
