Los activistas catalanes por la independencia han organizado manifestaciones en toda la región, distribuyendo 1 millón de papeletas una semana antes de que las personas voten en un referéndum de soberanía que el gobierno español ha prometido detener.
Miles de personas se congregaron en las plazas de la ciudad de Cataluña el domingo para mostrar su apoyo a la votación ya que las tensiones entre el gobierno regional pro-independencia y el Estado español continuaron aumentando.
Hablando en una manifestación en Barcelona, el presidente del grupo de independencia Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, dijo: “Aquí están los paquetes de papeletas que le pedimos que entregue a través de Cataluña”.
Carme Forcadell, portavoz del Parlamento regional, dijo a un público de Barcelona: “¡Les pido que voten! ¡Voto por el futuro de Cataluña! ”
La distribución de los boletos se produce días después de que oficiales de la Guardia Civil española allanaron edificios del gobierno regional, detuvieron a 14 altos funcionarios catalanes y decomisaron casi 10 millones de papeletas.
El gobierno español también ha reclutado a miles de agentes de policía y reforzado su control sobre la financiación de la región, mientras que el tribunal constitucional ha anunciado que 24 organizadores del referéndum serán multados entre 6.000 y 12.000 euros al día hasta que abandonar los preparativos para la votación.
Las redadas y los arrestos llevaron a 40.000 personas a las calles de Barcelona en protesta el miércoles por la noche. Aunque las manifestaciones fueron en gran medida pacíficas, hubo enfrentamientos y dos vehículos de la Guardia Civil fueron atacados. Un fiscal jefe pidió posteriormente al tribunal nacional que considerara la posibilidad de investigar a los manifestantes por sedición.
El primer ministro español, Mariano Rajoy, ha dicho repetidamente que el referéndum del 1 de octubre -que el gobierno central insiste en que es ilegal e inconstitucional- no se llevará a cabo, y la legislación que sustenta la votación ya ha sido suspendida por el Tribunal Constitucional español.
Sin embargo, el presidente regional catalán, Carles Puigdemont, se ha negado a retroceder y ha dicho que el gobierno español está actuando “más allá de los límites de una democracia respetable”.
Con información de The Guardian
