TIJUANA, B.C.- El oficio de bolero ha pedido popularidad ya que la gente joven no tiene la costumbre de acudir a darle tratamiento y limpieza a sus zapatos.
El señor Santiago de 66 años de edad, tiene casi una década en el mismo sitio y ha tenido que combinar el oficio de bolero con la venta de dulces, ya que cada vez le resulta más difícil mantener a su esposa y una nieta que vive con ellos.
Las personas de la tercera edad, difícilmente pueden obtener un trabajo formal y tienen que ganar ingresos de la forma que sea posible.
Don Santiago trabajó en el área de la construcción por muchos años, pero nunca pudo tener una pensión, ahora a lo largo del día da entre 4 y 10 boleadas, por lo que tuvo que invertir en dulces para vender, pero la gente consume poco.
Aunque está dispuesto a pagar sus impuestos, reglamentos no le ha permitido obtener un permiso oficial, por lo que Don Santiago señala que tiene toda su fe puesta en lo prometido por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Don Santiago desea poder seguir trabajando honradamente y anhela que a las personas mayores se les permita laborar en algún oficio, sin ponerles tantas trabas para hacer lo que saben.
Con información de Ivonne Hernández
