La diferencia es que ahora, estos delitos son perpetrados por bandas bien organizadas, lo que tipifica sus delitos como crimen organizado
De un tiempo a la fecha, posiblemente el problema fue agudizándose durante y tras la pandemia del coronavirus, los adultos mayores en Baja California han sido objeto de más delitos en su contra.
Robos, asaltos violentos y hasta despojos de sus propiedades son la constante entre hombres y mujeres en situación de vulnerabilidad.
Grupos entre los que incluyen hasta a algunos abogados, trabajando primero en detectar a sus víctimas: personas que acuden solas a hacer sus compras en supermercados o farmacias, y tras una investigación de sus ingresos y bienes, comienzan a trabajar en lo que concluye en el despojo de casas, terrenos o locales comerciales.
El fenómeno no es nuevo ni privativo de nuestra entidad. Al otro lado de la frontera son frecuentes los casos de robo de identidad así como de cheques de pensión y otras variantes.
La diferencia es que ahora, estos delitos son perpetrados por bandas bien organizadas, lo que tipifica sus delitos como crimen organizado, además de que llegan a valerse de profesionales de al salud que diagnostiquen que el adulto mayor en cuestión no se encuentra en pleno uso de sus facultades mentales, y en estos casos casi siempre participa un familiar con el que trabajan para apropiarse de una herencia.
El problema no es menor sobre todo considerando que la población de Baja California si bien no es cuantitativamente de las más amplias en la República, sí es de las que cuenta con un mayor nivel de bienestar por lo que toca a bienes adquiridos, sea un vehículo, una casa, un terreno, un local comercial o algún otro bien.
En 2020, Baja California tenía 245 mil 280 adultos mayores, lo que representaba el 6.5% de la población total del estado. De ellos, 113,464 eran hombres y 131,816 mujeres.
Según el secretario de Salud estatal, Adrián Medina Amarillas, el porcentaje de adultos mayores en Baja California es mayor a la media nacional.
En contraparte, los mayores de 18 años representan más del 71 por ciento de la población y dentro de ese grupo etario se encuentran algunas personas dedicadas a delinquir y a poner en la mira a los adultos mayores.