Se eligió un aeropuerto abandonado en Taiwán como escenario para un proyecto emocionante de arquitectura paisajista, que combina espacios verdes con experiencias sensoriales para crear un refugio en una de las ciudades más grandes y concurridas de la isla.
El Phase Shift Park en Taichung incluirá 200 especies de plantas diferentes y 10,000 árboles para proteger a los residentes de la humedad, pero el verdadero espectáculo serán 12 instalaciones de paisaje urbano, que se corresponden con el “Principio de los 12 sentidos” del filósofo Rudolf Steiner.
El aire de Taichung no es tan malo, ya que la mayoría de los vecindarios están etiquetados como “buenos” en el Índice Mundial de Calidad del Aire, sin embargo, se encuentran justo debajo del Trópico de Cáncer y calentados por el Kuro-Shio, una de las corrientes marinas más grandes de La tierra, el aire caliente, húmedo y pegajoso puede ser sofocante en el verano, reteniendo el vapor de agua y las partículas tóxicas de los gases de escape de los automóviles cerca del suelo.
Los árboles fueron elegidos para ofrecer la máxima sombra y se construyen a lo largo de carriles sinuosos que van de norte a sur, y a través de instalaciones únicas que juegan con los sentidos del habla, el gusto, el oído, el equilibrio, el pensamiento, la visión, el movimiento, el ego, el tacto y la calidez de Steiner , olor y vida.
Al pasar por el parque, hay un lago diseñado específicamente para crear ecos realistas y un campo de flores cultivado específicamente para envolverlo con una cortina de perfumes embriagadora.
Diseñada por el estudio de arquitectura francés Mosbach Paysagistes, la topografía fue cuidadosamente diseñada para maximizar la permeabilidad del agua durante la temporada de lluvias monzónicas. Debajo del suelo se encuentran complejas medidas de riego y control de inundaciones que idealmente permitirán que las lluvias reabastezcan los árboles durante todo el año.
El arte conceptual y las imágenes preliminares muestran un paisaje futurista en lugar de un oasis natural.
Hará tanto para traer turistas a la ciudad como para ofrecer refugio, aire fresco y un espacio de juego para los residentes locales.
Steiner creía que el mundo era esencialmente una entidad indivisible y que es nuestra conciencia la que lo divide en reinos divididos de experiencia sensorial.
Es una guía fascinante con la que experimentar algo parecido a un parque, y que habla de la amplitud de nuestro potencial para conectarnos con la naturaleza incluso en un lugar tan denso como el centro urbano de Taichung.
Con información de Good News Network
