Los vuelos se reanudaron dentro y fuera del aeropuerto de Hong Kong después de dos días de protestas de activistas en favor de la democracia que causaron el caos que paralizó el centro de transporte.
Cientos de vuelos fueron cancelados el martes después de que los manifestantes bloquearon dos terminales, el segundo día consecutivo en que el aeropuerto había sido blanco de la última escalada de una crisis política de 10 semanas que se ha apoderado del centro financiero internacional.
Pero en las primeras horas del miércoles por la mañana solo quedaban unos 30 manifestantes en el aeropuerto y los vuelos comenzaron a despegar de manera más regular.
El sitio web del aeropuerto mostró decenas de vuelos que despegaban durante la noche y enumeró cientos más que estaban programados para partir durante el miércoles, aunque muchos se retrasaron.
Los mostradores de facturación funcionaban normalmente mientras el personal limpiaba las terminales de sangre y escombros de la noche a la mañana.
No estaba claro si el aeropuerto vería una repetición de la interrupción del martes en la que los manifestantes bloquearon físicamente a los viajeros el acceso a los vuelos durante toda la tarde.
Por la noche lucharon con la policía antidisturbios armados con gas pimienta y porras fuera de la terminal. Hubo varios puntos críticos, incluso cuando los manifestantes vencieron a un oficial armado que había forzado a una mujer al suelo. Se retiraron cuando sacó una pistola, según las imágenes compartidas en las redes sociales.
Los manifestantes también detuvieron a un hombre en el aeropuerto bajo sospecha de ser un espía. Fue identificado por el periódico nacionalista chino Global Times como su reportero y luego liberado.
La policía condenó a los manifestantes durante la noche y dijo el miércoles por la mañana que un grupo grande había “acosado y agredido a un visitante y un periodista”. Cinco personas fueron detenidas, lo que eleva el número total de arrestados desde que comenzaron las protestas en junio a más de 600, dijo la policía.
