Los manifestantes de Hong Kong han cerrado uno de los aeropuertos más activos del mundo en una dramática escalada de las manifestaciones masivas que han sumido a la ciudad en su peor crisis política en décadas.
La cancelación sin precedentes de todos los vuelos siguió al cuarto día consecutivo de protestas en el aeropuerto y en medio de declaraciones cada vez más amenazantes de Beijing. Un funcionario chino dijo que estaba surgiendo “terrorismo” en la ciudad, mientras que en Hong Kong las autoridades emplearon cañones de agua para usar en el control de multitudes.
Las protestas están en su décima semana, con enfrentamientos entre manifestantes y policías cada vez más violentos. Grupos de derechos humanos y activistas por la democracia han acusado a la policía de usar una fuerza cada vez más excesiva. Al menos 40 personas fueron atendidas en el hospital después de enfrentamientos el domingo, incluida una mujer que fue golpeada, según los informes, con una bolsa de frijoles y que podría perder un ojo.
Manifestantes con camisetas negras y máscaras faciales llenaron el aeropuerto, entregando listas a los visitantes que llegan documentando la presunta violencia policial y mostrando imágenes gráficas de los manifestantes heridos. Algunos tenían carteles que decían: “Ojo por ojo” y llevaban parches en los ojos en solidaridad con la mujer herida.
Otros sostuvieron carteles que decían: “Hong Kong no es seguro” y “La vergüenza de la policía” y corearon: “¡Quédate con Hong Kong, lucha por la libertad!”
“Simplemente no entiendo cómo la gente puede tolerar ese tipo de brutalidad policial. Siento que si no salgo ahora, no puedo salir nunca “, dijo Hilary Lo, quien tomó una licencia por enfermedad de medio día de su firma de contadores para asistir a la manifestación.
“La gente está empezando a darse cuenta de que la policía está fuera de control, especialmente con lo que ha sucedido en las últimas dos semanas”, dijo.
