Los populistas de derecha del AfD podrían formar la mayor fuerza de oposición en el próximo parlamento alemán después de que una serie de escándalos parecen haber galvanizado en lugar de debilitar las posibilidades de la extrema derecha en las elecciones del próximo domingo.
El partido euroescéptico y anti-inmigración Alternativa für Deutschland (AfD) ha llegado al tercer puesto en cuatro de las últimas cinco encuestas realizadas. Una encuesta publicada el domingo por el instituto de encuestas Emnid en el periódico Bild am Sonntag tiene la AfD en el 11%, detrás de la Unión Demócrata Cristiana de Angela Merkel con el 36% y el SPD de centro-izquierda con el 22%.
Si Merkel y su principal rival, Martin Schulz, acuerdan seguir gobernando en una “gran coalición” entre los dos partidos más fuertes, la AfD podría liderar a la oposición en el Bundestag, un papel que tradicionalmente tiene privilegios adicionales, como la presidencia de la comité presupuestario del parlamento.
De acuerdo con una proyección publicada la semana pasada por el diario Tagesspiegel de Berlín, el partido de extrema derecha podría terminar con 89 de los 703 miembros del Bundestag.
Fundado en febrero de 2013 por un grupo de economistas que se oponen a los paquetes de rescate para los miembros de la eurozona, el partido se ha pegado a la derecha después de no haber conseguido el 5% de los escaños parlamentarios en las últimas elecciones.
Las perspectivas del partido parecen prometedoras antes de las elecciones federales del próximo domingo, a pesar de que su dúo de liderazgo ha dominado los titulares en una serie de escándalos.
Alexander Gauland, que se convertirá en el diputado más antiguo del Bundestag, subrayó la reciente y más manifiesta identidad nacionalista de la AfD, afirmando que Alemania debería ir más allá de expiar sus crímenes en la segunda guerra mundial y celebrar sus logros militares.
Con información de The Guardian
