Siete líderes de África y Europa se han reunido en París para intentar construir una nueva relación destinada a reducir la migración hacia Europa desde el norte de África a cambio de ayuda.
El lunes, los líderes de Francia, Alemania, Italia y España acordaron ayudar a Chad y Níger con el control de las fronteras para frenar el flujo de migrantes a través de Libia ya través del Mediterráneo.
La UE ha luchado por acordar una solución coherente a la afluencia de personas que huyen de la guerra, la pobreza y la agitación política en Oriente Medio y África, y la crisis está poniendo a prueba la cooperación entre los Estados miembros.
El presidente francés, Emmanuel Macron, que fue anfitrión de la reunión, dijo después que el tema era “un problema que nos preocupa a todos y que no se puede resolver sin todos nosotros”.
Macron añadió, junto a los líderes de los otros seis países, que la crisis migratoria era un “desafío para la Unión Europea y la Unión Africana” que necesitaba abordarse con “solidaridad, humanidad y eficiencia”.
Agregó que los siete líderes habían acordado un “plan de acción a corto plazo” que abordaría con carácter de urgencia a los traficantes de personas que, según él, habían convertido el Mediterráneo en un “cementerio”.
La mini cumbre de París proporcionó a las grandes potencias europeas la oportunidad de coordinar su política libia después de que algunos países, especialmente Francia e Italia, comenzaran a organizar iniciativas separadas para crear una unidad política en Libia.
Macron también quiere que la UE ofrezca 60 millones de euros adicionales para ayudar a los países africanos a tratar a los solicitantes de asilo que han regresado de Europa y prevenir nuevos flujos migratorios.
Aunque el número de personas que llegan a Italia desde Libia por mar se redujo en casi un 70% en julio y agosto en comparación con los mismos meses del año pasado, se cree que el número podría volver a subir fácilmente sin más medidas.
Con información de The Guardian
