Los “agentes del Estado” en la República Democrática del Congo llevaron a cabo 1,176 ejecuciones extrajudiciales el año pasado, según un informe publicado por la misión de las Naciones Unidas en el país centroafricano.
El informe dice que al menos 89 mujeres y 213 niños estaban entre los muertos. El número de ejecuciones extrajudiciales se ha triplicado en los últimos dos años, y las fuerzas armadas congoleñas son responsables del 64% del total, dijo la ONU.
Los hallazgos profundizarán la preocupación internacional sobre la creciente violencia en la República Democrática del Congo, donde ha habido disturbios políticos y étnicos y donde los grupos de milicias han llevado a cabo ataques.
El domingo, las fuerzas de seguridad mataron a tiros a por lo menos seis personas e hirieron a decenas más mientras disparaban gas lacrimógeno para dispersar las manifestaciones organizadas por la iglesia católica. La protesta fue la última de una serie desde que el presidente Joseph Kabila se negó a renunciar al final de su mandato en diciembre de 2016.
Decenas de personas han muerto y cientos han sido arrestados en Kinshasa, la capital y en otros lugares durante la represión. El número exacto de detenciones no está claro, pero puede ser tan alto como 600.
La iglesia católica ha asumido un papel de liderazgo en los últimos meses en la organización y unificación de la oposición al gobierno continuo de Kabila. En la víspera de Año Nuevo, las fuerzas del Congo mataron al menos a siete personas en Kinshasa durante una protesta de activistas católicos.
El cardenal Laurent Monsengwo, jefe de la iglesia en la República Democrática del Congo, condenó el martes la represión de los manifestantes en favor de la democracia. “¿Cómo se puede matar a hombres, mujeres, niños, jóvenes y ancianos cantando canciones religiosas, llevando Biblias, rosarios y crucifijos? ¿Vivimos en una prisión abierta? “, Preguntó Monsengwo.
En todo el país, la ONU registró un total de 6.497 violaciones y abusos de los derechos humanos en 2017, un aumento de más del 25% con respecto a 2016, que a su vez registró un aumento del 30% con respecto a 2015.
La ONU dijo que el aumento en los homicidios arbitrarios el año pasado se debió principalmente a la inestabilidad en tres provincias que constituyen la región de Kasai, donde murieron al menos 752 personas.
Con información de The Guardian
