Algunos alambres de púas nuevos colocados en la parte superior del muro fronterizo entre Tijuana, Baja California y San Diego, California, no se quedaron allí por mucho tiempo: ahora sirven para mejorar la seguridad en varias casas de la zona en el lado sur de la frontera.
La protección fue instalada para reforzar el la frontera México-EE. UU, recientemente en respuesta a la llegada de miles de migrantes en caravanas de América Central.
Pero el alambre de púas ya no existe, lo que lleva a la creencia de que los ladrones del lado de México lo quitaron y lo vendieron en vecindarios cercanos, brindando a los residentes protección adicional contra la delincuencia.
“Sabemos del robo porque las autoridades de los Estados Unidos han solicitado nuestra ayuda”, dijo el jefe de policía de Tijuana, Marco Antonio Sotomayor Amezcua.
Pero su departamento no ha sido de mucha ayuda, dijo, porque los ladrones se han ido para cuando llega la policía.
Las casas cerca de la frontera ahora están claramente protegidas con alambre de púas de un tamaño similar y, lo que es más, un tipo que no se vende en las tiendas mexicanas.
