TIJUANA, Baja California.- Hace tres años, Alonso dejó a su hijo en Chiapas en busca de mejores oportunidades en Tijuana, sin embargo, no ha podido conseguir trabajo como albañil durante la pandemia.
A pesar de no tener conocimientos sobre el oficio, Alfonso decidió integrarse al grupo de albañiles, electricistas, tablaroqueros, pintores, lozeteros y plomeros que se juntan en la banqueta de una de las tiendas más grandes de materiales para construcción en la ciudad, en donde comenzó a trabajar informalmente.
Alfonso señaló que sus compañeros le enseñaron cómo pintar casas, emplastar, construir bardas entre otras actividades, ya que lo llevaban como ayudante en los pequeños trabajos con contratistas y amas de casa.
Gracias a esto, Alonso pudo comprar sus propias herramientas para trabajar y en vez de vivir en albergues, actualmente renta un lugar para llegar a descansar después de sus jornadas. Sin embargo, el logro más importante para él es que ahora puede mandar dinero a su hijo.
Dadas las condiciones por la pandemia, los trabajos para Alonso han escaseado, ya que refirió que aunque ha notado un ligero repunte en la última semana, tarda hasta tres días en conseguir un cliente.
Por último, Alonso invitó a los tijuanenses a que contraten los servicios que ofrecen él y sus compañeros para que puedan tener algo de comer durante la emergencia sanitaria.
Con información de: Miguel Martínez
