Unas albercas abandonadas en las inmediaciones del Fraccionamiento Los Álamos están causando un serio problema de criadero de moscos que podrían ser portadores enfermedades ya que las lluvias las han convertido en pantanos.
Se trata de las albercas Briseño, abandonadas desde hace 5 años a la muerte de su propietario y la consecuente disputa de los hijos por un predio de miles de metros cuadrados, y que al quedar en completo abandono generaron un foco de infección que puede ocasionar serios problemas de salud.
Las denuncias de los vecinos han llevado a que los propietarios del predio lo limpien pero cada año el problema se repite y para variar, ni el gobierno federal, estatal o municipal han actuado en este caso que se agravará en cuanto se eleve la temperatura.
Vecinos como Leticia Fonseca, residente del fraccionamiento Los Alamos, precisan que “hay mucho mosco por donde quiera que camina uno salen los moscos de las albercas que hay mucha agua y cuando llueve salen los moscos.”.
El problema se agrava ya que en el fraccionamiento Los Alamos se encuentran planteles escolares a los que también llega la plaga de estos insectos.
