TIJUANA, Baja California.- En el refugio para mujeres del Centro de Atención a la Violencia Intrafamiliar (Cavim) Ana está aprendiendo lo que es el amor y a reconocer la violencia. En 2017, con siete meses de embarazo dejó el hogar que compartía con el padre de su hijo, la única persona con la que contaba en el mundo y de quien debió escapar pues intentó asesinarla.
“Él me dijo que le dijera el nombre de mi amante que si no se lo daba me iba a matar, no le dije el nombre y me estranguló con un cinturón, me dijo que hasta ahí yo había llegado y que no tenía otra opción”, afirmó la mujer.
Abandonada por sus padres desde temprana edad, a Ana no hubo quien la detuviera cuando meses antes decidió dejar sus estudios impulsada por su pareja para mudarse con él a Baja California y tampoco hubo quien la defendiera cuando las caricias de su cónyuge se convirtieron en golpes.
“Cada vez que él llegaba en la madrugada me golpeaba con un cable, la razón era esa, que yo lo engañaba. Él nunca me pidió perdón, nunca se arrepintió, prácticamente todo lo que hacía era porque yo me lo merecía. Me quedé con eso porque no tenía salida, no conocía a nadie ahí, yo me sentía resignada a estar así”, agregó.
Al nacer su hijo, Ana tomó una decisión, salvar la vida de ambos y buscar ayuda en el único refugio para mujeres víctimas de violencia extrema que hay en el estado. Un lugar seguro y oculto que ha alojado en sus 21 habitaciones a mujeres y sus hijos provenientes de todas las entidades del país y de otras partes del mundo, según afirma su directora Berta Alicia Martínez.
“Es un lugar confidencial por seguridad, porque se protege a familias, mujer, hijas e hijos de violencia extrema cuando han amenazado, han intentado de matar a la mujer o han perjudicado a niñas y a niños o los han violado o han sufrido violencia psicológica. Nos ha llegado gente balanceada, gente a cuchillada, gente quemada, gente quebrada, es muy lastimoso, pero se les da todo el servicio”, aseveró Martínez.
Tan solo el año pasado, en los 83 refugios que hay en el país se atendió a mil 523 mujeres y sus familias. En estos espacios, las mujeres que no cuentan con una red de apoyo reciben alimento, vestido, alojo, servicios médicos, asesoría jurídica y vinculación con fuentes de trabajo.
En los últimos dos años se han registrado 3 mil 300 homicidios de mujeres y en tan solo dos meses la cifra este año alcanzó los mil 054 asesinatos de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo, 50 se cometieron en Baja California y de estos, dos fueron tipificados como feminicidio.
La tendencia nacional muestra que el feminicidio va en aumento, durante el primer bimestre del año pasado se registraron 131 casos mientras que la cifra en 2019 es de 147.
En tan solo dos meses, un total de 16 mil 474 mujeres reportaron haber sido víctimas de algún delito, en el 57.7 de los casos el agresor fue un hombre. Los indicadores revelan que tanto el homicidio doloso como las lesiones dolosas, culposas en agravio de mujeres van a la alza.
Durante el mismo periodo del año pasado se cometieron 399 homicidios dolosos, mientras que 2019 registra 22 más, 36 de estos ocurrieron en Baja California. En enero y febrero pasado hubo mil 152 mujeres más víctimas de lesión dolosa que el año pasado y 408 casos más de lesiones culposas, en el estado se reportaron 415 y 215 respectivamente.
Aunque del total de ofensas registradas el feminicidio ocupa tan solo el 0.93 por ciento, Ana sabe que de no haberse refugiado en Cavim pudo haber sido víctima de este delito.
“Yo me escapé porque fue intento de homicidio lo que él hizo contra mí, el prácticamente me quería matar, yo para el otro día me salí”, aseveró.
Durante tres semanas el futuro de los refugios fue incierto luego de la decisión del Ejecutivo federal de suspender el apoyo a las organizaciones civiles como una estrategia para combatir la corrupción y fueron los diversos líderes de estas, como Alicia Leal, directora de la Red Nacional de Refugios (RNR) en 2006, quienes lograron revertir dicha determinación con el apoyo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que emitió medidas cautelares dirigidas al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo Lugo López Gatell, y al subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas.
Los refugios subsisten en un 90 por ciento con fondos federales y aunque la administración de Andrés Manuel López Obrador decidió reestablecer el apoyo para este año, el trabajo que realizan estas asociaciones, comenta Martínez Uro, requiere fondos multianuales.
“Las asociaciones civiles estamos hablando de una continuidad en el trabajo y una profesionalización cada año y los gobiernos tienen cambios. Sí sabemos que a veces hay asociaciones civiles que no cumplen, si hay cierta desconfianza y que bueno que estén constatando que bueno que estén revisando”, dijo.
Durante los primeros dos meses del presente año, las mujeres emitieron 2 millones 493 llamadas de emergencia, en el 3.95 por ciento de estas se reportaron casos de violencia familiar y otro 1.79 por ciento correspondió a violencia de pareja. Las llamadas por violación también aumentaron recibiéndose 43 más que el año anterior.
De las 26 mil 607 llamadas por violencia contra la mujer durante los primeros dos meses del año un total de 872 fueron realizadas desde Baja California. La entidad también ocupa el primer lugar nacional por llamadas de violencia de pareja, 6 mil 825 del total de 44 mil 716 registradas.
Ana fue una de las mujeres que logró librar la muerte gracias a una llamada que la llevó al refugio para mujeres víctimas de violencia extrema en donde la apoyaron para obtener un empleo con el que actualmente se sostienen ella y su bebé.
“El mensaje que yo les podría dejar es que nunca estamos solas, yo me llegué a sentir muy sola, me llegue a sentir hasta olvidada de Dios, pero siempre hay personas que te van a ayudar sobre todo estas fundaciones por las que ahora yo puedo decir que estoy aquí”, mencionó.
Con información de Fabiola Solano.
