Jill Stretton y Cathie Alexander han mantenido una correspondencia y amistad fiel durante siete décadas mientras vivían a medio mundo de distancia.
La larga relación de escritura de cartas comenzó en 1950 cuando Jill Stretton, de 12 años, oriunda de Australia, recibió la dirección de Cathie Alexander de un amigo de la familia que había regresado recientemente de una visita de Escocia.
En el pasado, podría tomar hasta seis semanas para que una carta de correo aéreo de larga distancia llegue a su destino, pero la pareja sintió una relación instantánea después de su primera comunicación que solo se fortaleció con el tiempo.
Aunque las dos mujeres no se conocieron en persona hasta 1982, compartieron sienten como si realmente hubieran crecido juntas, compartiendo los hitos de la vida a través de sus cartas.
“Ella es como uno más de la familia”, dijo Stretton a ABC North Queensland. “Y seguimos tan juntas como siempre lo estuvimos hace 70 años. Es todo un logro “.
Stretton y Alexander se reunieron dos veces más, una vez en 1988 y otra vez en 2000, y nunca han dejado de escribirse.
Junto con las esperanzas, los sueños, los planes, las fotos y las actualizaciones familiares, a lo largo de los años, sus misivas a veces han contenido pequeños recuerdos que se han convertido en recuerdos familiares preciados.
Si bien todavía escriben cartas y envían paquetes de vacaciones, con la tecnología omnipresente, Stretton y Alexander se han inclinado, al menos un poco, a los tiempos (aunque las videollamadas son un fracaso).
Para epístolas más largas, han recurrido a internet, pero afirman que nada reemplaza una nota escrita a mano. “En este momento, tendemos a enviar postales de dónde hemos estado y qué estamos haciendo en lugar de escribir letras grandes porque enviamos correos electrónicos ahora”, admitió Stretton.
