Budapest, Hungría | AFP – Amnistía Internacional (AI) deploró este martes la suerte “espantosa” reservada a los solicitantes de asilo en Hungría, denunciando una “estrategia populista deliberada” encarnada según la ONG por el referéndum antimigrantes organizado para el domingo 2 de octubre por Budapest.
Abiertamente hostil a la acogida de refugiados, el gobierno conservador del primer ministro Viktor Orban ha multiplicado desde el verano (boreal) de 2015 los dispositivos destinados a desanimar a los migrantes transitar por Hungría.
Alambrados de púas en las froteras con Serbia y Croacia, acceso por cuentagotas a los procedimientos de solicitud de asilo, enérgicas expulsiones fuera del país, centros de detención: “la manera espantosa de tratar a los solicitantes de asilo es fruto de una estategia populista deliberada”, señala AI en un comunicado.
Según la ONG de defensa de los derechos humanos, Budapest ha elegido posicionarse en la “ilegalidad” respecto al derecho europeo, al “rechazar un acceso real al asilo” y por el “tratamiento degradante” infligido a los migrantes.
Además, al acercarse la fecha del referéndum, “la tóxica retórica anti-refugiados ha alcanzado al paroxismo” en el discurso oficial, se alarma la organización.
Hungría, ya fustigada durante el verano (boreal) por la oenegé Human Rights Watch (HRW), enfrenta un procedimiento por infracción emprendido en diciembre pasado por la Comisión europea a causa de su legislación extremadamente restrictiva en materia de asilo.
Unos 8 millones de electores están convocados a las urnas este domingo por Orban, con la finalidad de refrendar su política opuesta a la repartición de refugiados entre los países miembros de la Unión Europea (UE). Un colectivo de 22 oenegés húngaras llamó a boicotear la consulta, a la que juzga “inhumana”.
A mediados de setiembre, el jefe de la diplomacia luxemburguesa, Jean Asselborn, había propuesto excluir, al menos provisionalmente, a Hungría de la UE por la violación de este país de sus valores fundamentales.
Unos 400.000 solicitantes de asilo habían transitado por Hungría en 2015, la mayoría de ellos antes de que se levantaran los vallados de alambrado de púas a lo largo de las fronteras con Serbia y Croacia.
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