Ensenada – La anemia es una de las complicaciones más frecuentes durante el embarazo. Se trata de una afección causada por insuficiencia de hierro, sustancia elemental para la producción de hemoglobina, que es la proteína que se encuentra en los glóbulos rojos y lleva el oxígeno a otras células.
Al señalar lo anterior, la doctora María Guadalupe Cerritos Martínez coordinadora del área de Ginecología y Obstetricia en el Hospital General de Zona (HGZ) IV número 8 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Ensenada, afirmó que cuando la anemia no es muy severa, frecuentemente pasa desapercibida ya que no ocasiona problema alguno.
No obstante, destacó que cuando la mujer presenta piel pálida, pérdida abundante de cabello, uñas frágiles, inapetencia, cansancio excesivo, falta de aire, debilidad, mareos o vértigos, dolor de cabeza e insomnio; es importante acudir a revisión ya que se trata de los síntomas inequívocos del padecimiento.
Detalló que las causas que la ocasionan, son primordialmente una alimentación deficiente, pérdida lenta de sangre, cambios en el revestimiento del estómago, cirugías, algunos medicamentos, enfermedades prolongadas –cáncer, colitis ulcerativa-, problemas de la medula ósea y el embarazo, por sí mismo.
Cerritos Martínez, advirtió que las pacientes que tienen más probabilidades de sufrir esta afección son aquellas con gestaciones consecutivas, períodos menstruales con alta pérdida de sangre y embarazos múltiples.
Llevar un control prenatal es de vital importancia, ya que de no hacerlo a tiempo, el bebé corre el riesgo de nacer prematuramente, con bajo peso y sufrir anemia en la infancia.
Para asegurar que la paciente está consumiendo hierro, recomendó, además de las vitaminas prenatales, integrar los siguientes alimentos en la dieta cotidiana: cereales integrales, pescado, vegetales verdes –como acelgas, espinacas, brócoli-, lentejas, nueces, frijoles y carne de res.
