Angela Merkel ha conseguido un cuarto mandato como canciller alemán, pero con su autoridad disminuida, después de que su bloque conservador obtuvo la posición de líder en las elecciones parlamentarias, pero no logró detener la marcha de los populistas de derecha.
La Alternative für Deutschland (AFD) celebró ayer por la noche su tercer puesto histórico, al obtener el 13% de los votos, según las encuestas de salida, lo que marca la primera vez en casi seis décadas que un partido abiertamente nacionalista entrará en el Bundestag.
La alianza dirigida por los demócratas cristianos de centro-derecha de Merkel obtuvo alrededor del 33% de los votos según las encuestas de salida, unos 12 puntos por delante de sus principales rivales, los socialdemócratas de centro-izquierda de Martin Schulz, que obtuvo unos 21 puntos, partido más antiguo desde 1949 y empujándolo a los bancos de la oposición.
Dirigiéndose a los simpatizantes de la CDU en Berlín, Merkel, un poco molesta, dio las gracias a “los votantes que confían en nosotros”. A pesar de reconocer que fue el peor resultado de su partido desde 1945, dijo que los “objetivos estratégicos” de la campaña electoral de la CDU habían sido alcanzados, y le dio un mandato claro para formar el próximo gobierno. Pero ella llamó al resultado “un resultado que no era tan bueno como habíamos esperado”.
También prometió escuchar las “preocupaciones y ansiedades” de los votantes de AfD para ganar sus votos.
La propulsión de la AfD al parlamento apenas cuatro años después de su existencia le da al país su primera fuerza de extrema derecha en el escenario nacional desde 1961, y una facción con la presencia más sustancial de extremistas de derecha desde la era nazi.
La AfD se convertirá en el tercer partido más grande y está en curso de ocupar 88 escaños en el Bundestag, en comparación con alrededor de 217 para la CDU / CSU y 137 para el SPD.
Alexander Gauland, el máximo candidato del AfD, reaccionó inmediatamente a la noticia. Dirigiéndose a los miembros eufóricos del partido en la sede del partido en Berlín, prometió que su partido cambiaría a Alemania. “Este es un gran día para nuestra historia política del partido. Estamos entrando al Bundestag por primera vez y vamos a cambiar este país “.
Con información de The Guardian
