Angela Merkel ha insistido en que goza de buena salud después de experimentar un tercer brote de temblores durante un evento público en Berlín.
La canciller alemana fue visto temblando durante los honores militares del primer ministro de Finlandia, Antti Rinne, en el patio de la cancillería el miércoles por la mañana.
Se dijo que el temblor era menos intenso que en los dos casos anteriores, y se detuvo cuando Merkel movió su cuerpo.
“Lo estoy haciendo bien y no deben preocuparse”, dijo en una conferencia de prensa después de la reunión, y agregó que estaba pasando por una fase de “procesamiento” psicológico de su primer episodio de temblores el mes pasado.
Los ataques públicos de Merkel han provocado especulaciones sobre su salud. El 18 de junio, se la vio temblar involuntariamente durante los honores militares del presidente ucraniano visitante, Volodymyr Zelenskiy. Más tarde pareció culpar a la deshidratación y dijo que se sentía mejor después de beber un poco de agua.
La vieron pasar por una pelea similar apenas una semana después, durante una cita con el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, en el palacio Bellevue en Berlín.
Citando fuentes en círculos gubernamentales, el periódico Stuttgarter Nachrichten dijo en ese momento que el temblor de Merkel había sido provocado por el recuerdo del temblor anterior, calificándolo de “proceso psicológico”.
“Ya dije que estoy pasando por una fase de procesamiento de los recientes honores militares con el presidente Zelenskiy”, dijo el canciller el miércoles. “Esto parece no haber terminado todavía, pero estoy progresando y tendré que vivir con eso por un tiempo”.
También la vieron temblar durante los honores militares en condiciones húmedas en la Ciudad de México en una visita en 2017.
La ética laboral de la jefa de estado de 64 años y la resistencia durante las negociaciones nocturnas se han convertido en un tema de leyenda desde que se convirtió en canciller en 2005. Ella misma se enorgullece de tener una capacidad “similar a un camello” para acumular el sueño.
Parcialmente como resultado de esta reputación, los tres casos televisados de temblores han alimentado especulaciones sobre si su intenso horario de trabajo está empezando a pasarle factura.
Si bien inicialmente se restringió la cobertura de la primera pelea de sacudidas en los medios de comunicación alemanes, desde entonces las columnas de periódicos se han llenado con expertos médicos que especulan sobre la causa.
Con información de The Guardian
