Angela Merkel ha sido juramentada como la canciller de Alemania por cuarta vez, casi seis meses después de las elecciones nacionales, poniendo fin a la interrupción de poder más larga en la historia de la posguerra del país.
Recibió 364 de los 709 votos en la primera ronda de votación en el parlamento, nueve más de los necesarios para obtener la mayoría absoluta, pero también 35 menos que si todos los miembros de su próxima coalición gobernante hubieran votado a su favor.
Los Demócratas Cristianos y los Demócratas Sociales de Merkel, que han acordado volver a entrar en una gran coalición juntos, tienen un total de 399 votos entre ellos.
“Un voto claro y un buen comienzo”, tuiteó Annegret Kramp-Karrenbauer, la nueva secretaria general de la Unión Demócrata Cristiana de Merkel. “Ahora a toda máquina para Alemania”.
Mientras la canciller recibía ovaciones, apretones de mano y ramos de flores de delegados de todo el espectro político, fue vigilada por su madre de 89 años, Herlind Kasner, sentada en la galería del Bundestag junto al esposo de Merkel, Joachim Sauer, y su asesor de largo plazo Beate Baumann.
Después de la votación, el canciller viajó a Schloss Bellevue para recibir una carta de nombramiento del presidente, Frank-Walter Steinmeier, antes de regresar al Bundestag para tomar el juramento. El nuevo gabinete se reúne por primera vez esta tarde.
La presión recaerá en el nuevo gobierno para ponerse inmediatamente a trabajar, después de meses de negociación y demoras en la toma de decisiones. Merkel dijo el lunes que su nuevo gobierno se centraría en integrar a los refugiados y en aumentar los poderes del estado para extraditar a personas que no tenían derecho de residencia. También ha enfatizado la necesidad de asegurar las fronteras de Alemania y desarrollar políticas para mitigar las causas de la migración.
Con información de The Guardian
