Aniversario luctuoso

Fue hace 31 años cuando un terremoto en la ciudad de México hizo cobrar conciencia, por lo menos momentánea, sobre la necesidad de tomar medidas, las posibles desde ese entonces, y las que la tecnología permita hoy en día, para evitar que nuevas tragedias se repitan.

Durante el sismo de 1985 los mexicanos vimos ejemplos de heroísmo y de miseria humana, de hombres y mujeres que arriesgaron sus vidas por salvar las de los desconocidos, y de personas que lucraron con el dolor ajeno.

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Ejemplo de esto último es el caso de los dueños de talleres de costureras, que buscaron evitar el pago de indemnizaciones e incluso buscaban evitar a toda costa que se supiera que había trabajadoras atrapadas en los pisos de varias edificaciones viejas del centro de la ciudad de México.

Como advierten las memorias sobre el tema, “El terremoto de México de 1985 fue uno de los episodios más dramáticos en la historia nacional reciente, el cual dejó un saldo oficial de más de tres mil personas muertas; sin embargo, conteos y estudios externos advierten que el número total de fallecidos ascendió hasta los 20 mil.
El sismo tuvo lugar el 19 de septiembre en punto de las 7:17 horas locales, con una magnitud que alcanzó los 8.1 grados sobre la escala de Richter. Su epicentro se localizó en el Océano Pacífico, cerca de la desembocadura del río Balsas en las costas de Michoacán, mientras que el hipocentro fue a 15 kilómetros de profundidad.
Entre las zonas más afectadas por el terremoto se encuentro la zona sur, centro y occidente del país, registrando daños de gran severidad en la Ciudad de México. Hasta el momento, es considerado como el sismo más mortífero en la historia escrita de la nación, superando en intensidad al que tuvo lugar en 1957, que también había causado pérdidas notables.
El terremoto de 1985 solo puso de relieve las carencias de la metrópoli para poder afrontar una situación de este tipo, dando paso en años posteriores a la creacción de una cultura de prevención, protocolos de acción y asignación de recursos para catástrofes naturales. En las 48 horas subsecuentes del sismo, predominó un caos generalizado entre la población, donde la organización de la sociedad civil fue lo que evitó que se contabilizaran más víctimas.
Los daños materiales del terremoto de 1985 ascedieron a más de ocho mil millones de dólares, mientras 250 mil personas se quedaron sin casa y 900 mil se vieron obligadas a evacuar sus hogares. Las tareas de rescate continuaron hasta el mes de octubre y la remoción de escombros se extendió durante los años posteriores”.