El asediado presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se vio obligado a cerrar escuelas y dar a los trabajadores el día libre después de que un severo y potencialmente desestabilizador apagón se prolongara a un segundo día.
El viernes por la mañana, más de 19 horas después de que fallara el suministro eléctrico en la mayor parte del país, la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, anunció que las escuelas no abrirían y que los trabajadores del sector público y privado deberían quedarse en casa.
Rodríguez le dijo a la televisora estatal Telesur que su país había sido víctima de “un acto de sabotaje eléctrico cometido por la oposición de extrema derecha de Venezuela” en una planta hidroeléctrica en el sur del país.
Las calles de la capital de Venezuela, Caracas, estaban tranquilas en medio de crecientes temores sobre el costo humano de lo que los observadores llamaron el peor corte de energía en la memoria.
“Ni siquiera puedo imaginar cómo los niños que están en unidades de cuidados intensivos neonatales pasaron la noche, los que están conectados a ventiladores”, dijo Eunice Lample, pediatra en una de esas prácticas en Caracas.
“Lo primero que pensé cuando me desperté esta mañana fue:” ¿Cuántas personas murieron de la noche a la mañana? … debido a la ineptitud de este gobierno usurpador “, agregó el médico de 60 años. “El país se ha detenido”.
Las imágenes de video de la tragedia publicadas en las redes sociales mostraron a los médicos tratando de mantener a los niños respirando en el hospital pediátrico del Comandante Supremo Hugo Chávez en Caracas.
En una de las salas de maternidad de la ciudad, un reportero de Associated Press vio a madres llorando mientras las enfermeras usaban velas para controlar los signos vitales de sus bebés prematuros después de que los generadores de respaldo se apagaran.
Un prominente reportero de Telesur con estrechos vínculos con el gobierno culpó de “un ataque tecnológico y cibernético” a la planta hidroeléctrica Guri.
Rodríguez denunció el incidente como parte de un “plan perverso” para derrocar a Maduro, quien enfrenta una lucha por retener el poder luego de que el líder opositor Juan Guaidó se declarara a sí mismo como el líder interino de Venezuela el 23 de enero y fue reconocido por la mayoría de los gobiernos occidentales.
