Casi 200 civiles han muerto en decenas de ataques aéreos y bombardeos de fuerzas leales al grupo sirio Bashar al-Assad en el enclave de Ghouta oriental durante dos días de “violencia histérica”, lo que ha llevado a advertencias de una catástrofe humanitaria que podría eclipsar las atrocidades del pasado en los siete guerra de año.
El aumento en la matanza en la región sitiada se produjo en medio de informes de una incursión del régimen inminente en el área fuera de Damasco, que es hogar de 400,000 civiles. Más de 700 personas murieron en tres meses, de acuerdo con los conteos locales, sin incluir las muertes en la última semana.
Amnistía Internacional dijo que se estaban cometiendo “crímenes de guerra flagrantes” en el enclave de Ghouta en una “escala épica”.
Diana Semaan, investigadora de la organización benéfica siria, dijo: “La gente no solo ha sufrido un cruel asedio durante los últimos seis años, ahora están atrapados en un aluvión diario de ataques que los matan y los mutilan deliberadamente, y eso constituye crímenes de guerra flagrantes ”
Siete hospitales también han sido bombardeados desde el lunes por la mañana en el este de Ghouta, que alguna vez fue el granero de Damasco, pero ha estado bajo asedio durante años por el gobierno de Assad y ha sido objeto de devastadores ataques químicos. Dos hospitales suspendieron las operaciones y uno fue puesto fuera de servicio.
“Estamos ante la masacre del siglo XXI”, dijo un médico en el este de Ghouta. “Si la masacre de la década de 1990 fue Srebrenica, y las masacres de la década de 1980 fueron Halabja y Sabra y Shatila, entonces el este de Ghouta es la masacre de este siglo en este momento”.
La defensa civil siria, una organización de búsqueda y rescate, dijo que 61 personas murieron el martes solo, mientras que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, un monitor con sede en el Reino Unido, dijo que 194 personas habían muerto en las últimas 48 horas, un peaje que encapsuló al violencia desenfrenada de la guerra en Siria. Después de siete años e intervenciones de los poderes regionales y globales, la crisis humanitaria se ha intensificado en lugar de disminuir, ya que las fuerzas leales al régimen de Assad y sus partidarios rusos e iraníes buscan una victoria militar absoluta en lugar de un acuerdo político negociado.
Con información de The Guardian
