Continúa la investigación del asesinato de dos hondureños en Tijuana

Dos miembros adolescentes de la caravana migrante han sido asesinados en Tijuana, un claro recordatorio de los peligros que enfrentan las decenas de miles de jóvenes hondureños que intentan llegar a los Estados Unidos cada año.

Las víctimas hondureñas, de 16 y 17 años de edad, provenían de la ciudad de San Pedro Sula, afectada por la violencia, desde donde partió la caravana a mediados de octubre, antes de atravesar el noroeste a través de México hacia la frontera con Estados Unidos.

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Habían estado alojados en un refugio para migrantes menores de edad en la ciudad fronteriza mexicana y fueron asesinados después de abandonar ese refugio el sábado por la noche. Sus cuerpos fueron encontrados en la madrugada del domingo pasado, según el periódico mexicano La Jornada, que decía que los niños habían sido estrangulados.

Las autoridades en el estado de Baja California dijeron el miércoles que dos hombres y una mujer habían sido arrestados bajo sospecha de asesinato y otros cargos.

El nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, describió las muertes como lamentables.

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Al preguntarle qué estaba haciendo México para proteger a esos migrantes, López Obrador dijo a los reporteros que su país necesitaba una política migratoria enraizada en “la defensa y protección de los derechos humanos”.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Honduras instó a las autoridades mexicanas a proteger a un tercer ciudadano que sobrevivió al incidente pero que sufrió “lesiones graves”. La vida de ese hombre todavía estaba en peligro como resultado de su conocimiento del crimen, dijo el ministerio en una declaración.

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Las muertes son los primeros asesinatos reportados de miembros de la caravana de migrantes, aunque La Jornada dijo que otros dos hondureños murieron en ruta a los Estados Unidos: uno de una sobredosis y otro que fue atropellado.

Sus muertes resaltan no solo la peregrinación traicionera que miles de niños y adolescentes de El Salvador, Honduras y Guatemala realizan cada año en los EE. UU., Sino también los peligros que siguen enfrentando incluso después de llegar a la frontera. Los menores a menudo se encuentran atrapados en ciudades como Tijuana como resultado de los obstáculos burocráticos erigidos por las autoridades estadounidenses.

Hablando después de que Estados Unidos y México dieron a conocer una iniciativa de desarrollo para América Central, López Obrador, dijo que la inversión era la clave para frenar la “migración forzada”.

“La gente no abandona sus comunidades, sus aldeas, sus familias, porque quieren hacerlo, lo hacen por necesidad”, dijo López Obrador a los reporteros.

“La migración siempre ha existido, desde los tiempos más remotos de la historia mundial. Pero esta migración debe ser opcional, no obligatoria, no forzada “.

Con información de The Guardian