CULIACÁN, Sinaloa.- La indignación por el asesinato de los hermanos Alexander “N” (9 años) y Gael Antonio “N” (12 años) desató una multitudinaria protesta en Culiacán, donde cientos de personas exigieron justicia. La manifestación culminó con la irrupción de los inconformes en el Palacio de Gobierno, donde causaron destrozos en la antesala del despacho del gobernador Rubén Rocha Moya.
Clamor por justicia y seguridad
Vestidos de blanco y portando veladoras, globos y mantas con los rostros de los niños, los manifestantes marcharon desde la Escuela Primaria Sócrates, donde ambos estudiaban, hasta el Ayuntamiento de Culiacán. Ahí, desplegaron una pancarta con la frase “Culiacán está de luto” y corearon consignas como “¡Con los niños no!” y “¡Asesinos!”.
El asesinato ocurrió el pasado domingo, cuando los menores viajaban en un vehículo con su padre y un primo. El padre y Gael murieron en el ataque, mientras que Alexander falleció el miércoles. Su primo sigue hospitalizado.
Tensión en Palacio de Gobierno
Ante la falta de respuesta del alcalde Juan de Dios Gámez Mendívil, la protesta continuó hasta el Palacio de Gobierno, donde la seguridad cerró los accesos. La multitud forzó la entrada, rompiendo cristales y ocasionando heridas leves a tres personas.
Al ingresar al edificio, los manifestantes llegaron hasta el tercer piso, exigiendo la presencia del gobernador. Sin respuesta, algunos destruyeron una pared de tabla roca y dañaron una oficina contigua al despacho del ejecutivo estatal.
Las autoridades no han emitido declaraciones sobre los daños, pero se espera una respuesta oficial ante el creciente descontento social.
