Asociaciones religiosas preparan alimentos para refugiados ucranianos

Ahora son refugiados ucranianos a quienes atienden los albergues que han brindado techo y comida a los connacionales deportados.

TIJUANA Baja California.- Ahora son refugiados ucranianos a quienes atienden los albergues que han  brindado techo y comida a los connacionales deportados, haitianos y centroamericanos en los últimos años. En la pequeña cocina de la iglesia Jesucristo es Príncipe de Paz, ubicada en la Zona Norte, preparan los alimentos que serán entregados a las familias ucranianas que se encuentran en el albergue Benito Juárez.

“Aquí nosotros estamos preparados con aceite, mantequilla y pures de jitomate; suficientes pastas y tenemos trastes grandísimos para elaborar los alimentos porque sabemos que son muchas cantidades”, indicó la pastora Marisela Añorve Salinas, quien preside la congregación religiosa.

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 “Ya nos sumamos gracias a Dios llevando alimento de diferentes clases, pero adecuados, siempre procurando que sean alimentos de los que ellos consumen y llevarles suficiente agua embotellada. Estamos pesando y estamos esperando para abrir un albergue para familias y ojalá que Dios quiera que también les toque a ellos”, expuso.

Desde las 6 de la mañana comienza la preparación de las comidas que serán entregadas, explicó la pastora quien indicó que han recibido varias donaciones para la compra de los alimentos.

“Ellos comen muy sano, aquí la diferencia es que ellos no comen picante, pero sí más vegetales, más carnes, pastas y frutas”, expuso. 

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Entre los alimentos que han preparado para las familias se encuentra spaguetti con carne, explicó Neftali Flores Martínez, integrante de la asociación Jesucristo es Príncipe de Paz.

“Yo soy el que prepara y pica las verduras, la que si casi lleva todo el menú para la preparación de los alimentos es la hija de la pastora, que es una excelente cocinera. De mi parte es ayudarle y ella me va indicando, guiándome”, aseguró Neftali, al indicar que el ayudar a las familias ucranianas es una gran satisfacción para él y para toda la congregación.

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Con información de Carolina Vázquez.