KIEV, Ucrania.- Un masivo ataque ruso dejó al menos 18 muertos, entre ellos cuatro niños, y decenas de heridos este jueves en Kiev, en lo que se considera uno de los bombardeos más devastadores de la guerra. Las explosiones alcanzaron barrios residenciales, oficinas y edificios civiles, generando pánico entre la población.
El enviado especial de Donald Trump para Ucrania, Keith Kellogg, condenó los ataques y afirmó que “amenazan la paz que Trump está buscando”, al tiempo que señaló que los misiles y drones rusos no tenían como objetivo instalaciones militares sino zonas civiles y trenes de transporte, así como oficinas de la UE y el Reino Unido.
Las autoridades locales confirmaron que las defensas antiaéreas respondieron, pero a la medianoche se produjo una segunda oleada de bombardeos, afectando también a las ciudades de Zhytomyr, Odesa y Mykolaiv, activando alertas en casi todo el territorio. El jefe militar de Kiev, Tymur Tkachenko, calificó la ofensiva como un “ataque masivo” y acusó a Moscú de actuar como “un Estado terrorista”.
La población civil, atrapada entre los ataques, enfrenta ahora destrucción y miedo generalizado, mientras los organismos internacionales llaman a reforzar la protección de los civiles y garantizar la ayuda humanitaria.